Europa acude al rescate económico de España e Italia. Según los documentos a los que ha tenido acceso El País, el Eurogrupo ha lanzado un salvavidas destinado especialmente a los dos países más afectados por el coronavirus y les ofrece préstamos en condiciones favorables, con más de 35.000 millones de euros potencialmente disponibles para nuestro país. Este plan se aprobará en una cumbre que podría celebrarse la semana que viene.

Después de las anteriores reunidas fallidas en busca de consensuar un plan conjunto para salir de esta crisis, se espera que ahora sea la definitiva. Con el principal obstáculo en la figura de Mark Rutte, primer ministro de Holanda, se espera que el Eurogrupo le traslade dicho plan de intervención al Consejo Europeo para que éste dé luz verde.

Hasta 35.000 millones

El plan actualizado tras la cumbre apunta a la creación de un nuevo instrumento de financiación, bautizado por ahora como Rapid Financing Instrument, y con una capacidad de financiación de hasta 80.000 millones de euros. La dotación correspondiente para cada país sería proporcional a la participación en el capital del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). En el caso de España, que tiene una cuota del 11,8%, se podría llegar a los 9.440 millones de euros.

Además de esta participación en el MEDE, existe una segunda línea de crédito ligada a la lucha contra la pandemia. Los países que se acojan a ella deberán comprometerse a destinar los recursos a gastos relacionados con la crisis sanitaria, además de respetar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Si el país activa esta línea, el crédito que se podrá conceder será equivalente al 2% del PIB de cada país. En el caso de España, los recursos disponibles podrían rozar los 25.000 millones de euros, aunque se contempla la posibilidad de ajustar los límites en función de la severidad de la pandemia en cada país.

Plan de apoyo

Además de estas medidas, el Eurogrupo quiere implementar un Plan de Apoyo, que aspira a movilizar 40.000 millones de euros. La principal intención es establecer un Fondo paneuropeo en el que se puedan inyectar hasta 200.000 millones de euros en las empresas europeas, desde las grandes multinacionales hasta las pequeñas y medianas.