El Gobierno ordenó el pasado sábado que desde este lunes y hasta el 9 de abril no deben acudir al trabajo aquellas personas que no se desenvuelvan en actividades esenciales; esas actividades quedaron delimitadas el domingo a última hora con la publicación del decreto que establece este endurecimiento del confinamiento en España: alimentación, restauración a domicilio, tecnología sanitaria, transporte, notarías, servicios de limpieza... La tardanza en su publicación obligó a dar un día de moratoria para su aplicación, por lo que la norma será de aplicación general desde el martes 31 de marzo. Y el colectivo de autónomos está de uñas porque no se encuentra representado en el decreto.

Así lo ha denunciado la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), al no encontrar a los autónomos entre los grupos designados que sí pueden realizar su trabajo fuera de las paredes de sus hogares (el teletrabajo sigue perfectamente vigente). El Gobierno ha previsto para aquellos que deban parar de trabajar hasta el 9 de abril un permiso retribuido recuperable, es decir, que no deben trabajar este tiempo y sus empleadores deberán pagarles igualmente, aunque será su obligación recuperar las horas no trabajadas cuando el estado de alarma cese, de forma paulatina y espaciada en el tiempo. Los autónomos reclaman que, al no estar incluidos entre las actividades esenciales, no pueden trabajar, y tampoco pueden optar a ese permiso retribuido al ser ellos mismos sus empleadores y, en muchos casos, tener empleados a su cargo. Aunque sí podrán acudir a sus puestos siempre que la actividad del autónomo esté relacionada con las actividades previstas en el decreto, que no ha hecho distinción entre empresas y autónomos.

Lorenzo Amor, prediente de ATA, se ha quejado en redes sociales y en varios medios de comunicación sobre esta realidad: "Esto debería venir acompañado de medidas económicas que suavicen las pérdidas. Los autónomos están al límite", denunció Amor en declaraciones al diario Hoy, quejándose también de la no suspensión de la cuota de autónomos de abril.

La salida que les queda a los autónomos es acogerse a los aplazamientos de los tributos (IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades) y a la prestación por cese de actividad a raíz de la crisis del COVID-19, que está prevista para aquellos que deban detener su actividad o cuyos ingresos caigan un 75% o más debido a la situación actual. Luego, cada comunidad autónoma ha previsto medidas para aliviar la carga de los autónomos: Asturias da hasta 400 euros a quienes tengan prohibido realizar su actividad, Cataluña prevé una ayuda de hasta 2.000 euros, la Comunidad Valenciana de entre 750 y 1.500 euros...