Pedro Sánchez anuncia que los servicios no esenciales paran
El Gobierno endurece el confinamiento entre el lunes 30 de marzo y el 9 de abril. Los trabajadores tendrán un permiso retribuido recuperable.
Pedro Sánchez compareció ante la población después de su reunión con los líderes de la Unión Europea en el Consejo Europeo, en el que tuvo un serio encontronazo con Alemania y Holanda, que se niegan a financiar el nuevo Plan Marshall que solicitan países como España o Italia. En la misma comparecencia, amplió significativamente las medidas de confinamiento: todos los trabajadores de actividades no esenciales se deberán quedad en casa entre el 30 de marzo y el 9 de abril. Luego, de forma paulatina, recuperarán las horas no trabajadas.
"La crisis del coronavirus es la más grave de la humanidad desde la gripe de 1918. La Unión Europea tiene su germen en evitar una tercera Guerra Mundial. Ahora se enfrenta a un desafío distinto, es un enemigo común que diezma a todos sus ciudadanos y pone en riesgo nuestra vida y nuestro progreso económico. Europa no ha alumbrado este virus, ni España ni otro país hermano. La UE debe estar a la altura, no puede defraudar a sus ciudadanos. La gente tiene en mente la crisis de 2008. Esta vez Europa no debe fallar, no puede fallar. Necesitamos pruebas de compromiso real por parte de Europa. Necesitamos contundencia y solidaridad", comenzó Sánchez.
"Estas ideas son las que trasladé a los líderes europeas. Europa es lenta, pero segura. Somos muchos países, 27, pero si Europa quiere, Europa puede. Demandamos medidas para combatir la emergencia sanitaria, estoy pensando en los pacientes de las UCIs o el personal sanitario. Algunas medidas ya han sido acordadas, lo celebramos, pero Europa debe dar una respuesta económica y social unida. Es una económia de guerra, hay que promover la resistencia, con medidas como el endeudamiento público. Se debe hacer después, para reconstruir las economías europeas, un nuevo Plan Marshall. Los españoles hemos protegido Europa, siempre hemos apostado por el proyecto común. Le toca a Europa ahora proteger a los más débiles. Esto trasladé al resto de presidentes, Europa se la juega, es la hora de Unión Europea. Debe elevarse para siempre", comentó el presidente, haciendo hincapié en su falta de acuerdo con otros líderes europeos.
Después, introdujo y anunció la nueva medida del confinamiento: "El virus no respeta fronteras ni distingue color político, todos nos vemos ante las mismas realidades. Todos necesitamos los mismos recursos. Ninguno tenía en mente la magnitud del desafío. La pandemia nos recuerda cosas elementales, la fragilidad de la vida humana. La humanidad está a prueba. No es el momento de bajar la guardia, hay que instensificar la lucha. Estoy seguro de que las medidas están reduciendo la movilidad muy acusada, estamos en la dirección adecuada. Si somos capaces de extenderla durante las próximas dos semanas, venceremos antes al virus".
"Hemos decidido que el Gobierno aprobará mañana (domingo), en Consejo de Ministros extraordinario, la siguiente medida: todos los trabajarores de actividades no esenciales deberán quedarse en casa las próximas dos semanas, como hacen el fin de semana. Aprobaremos un permiso retribuido recuperable que se aplicará a todos los trabajadores de esas actividades no esenciales para que no se desplacen a sus puestos de trabajo del 30 de marzo al 9 de abril. Cobrarán su salario con normalidad y recuperarán las horas de forma espaciada y paulatina cuando acabe la crisis. Esto disminuirá el riesgo de contagio y escongestionará las UCIS de nuestros hospitales", anunció Sánchez.
Ya en el turno de preguntas, Sánchez contestó a las dudas de la Prensa.
"Hemos anunciado una medida particularmente contundente. Hay que decidir entre cerrar la actividad económica o abrir nuevos espacios para reducir los grados necesarios. La iniciativa es anticipar las jornadas festivas de la Semana Santa para los servicios no esenciales. Lo hacemos ahora porque es ahora cuando estamos a las puertas de Semana Santa, podemos rebajar la movilidad para cortar aún más las infecciones. La idea es esa: un trabajador de una obra no va a trabajar, tendrá ese permiso retribuido; un enfermero, que es un servicio esencial, claro que lo seguirá haciendo", comentó sobre la medida Sánchez. "Los medios de comunicación, no me canso de repetirlo, están haciendo una labor de pedagogía y de asesoramiento, que es un servicio esencial", comentó sobre el sector de la Prensa.
Sobre si teme que España siga el camino de Italia: "Desde luego no nos comparamos con nadie, nos solidarizamos con todos". Y sobre sus diferencias con otros miembros de la Unión Europea, dijo: "No entendemos que en una zona como la zona euro, no compartamos la misma respuesta fiscal ante una crisis. Esto no afecta sólo a algunos países, es una crisis simétrica. La respuesta no puede ser sólo nacional, debe ser europea, seamos lo que seamos. Fallecimientos está habiendo y hay en toda Europa. O movilizamos todos los recursos o ¿qué pensará la ciudadanía, si ve que en el momento más crítico desde la Segunda Guerra Mundial, como dijo Merkel, no ponemos todos nuestros recursos? No vamos a dejar a nadie atrás. Necesitamos ir más allá, una respuesta europea, un Plan Marshall para recuperar el brío. No podemos salir de esto con mayor endeudamiento, emitir bonos de reconstrucción para que ese sobreesfuerzo que hacemos todos tenga el amparo y el abrigo de la Unión Europea. Cuando la pandemia llegue a otros continentes, como África o Latinoamérica, Europa deberá ser solidaria, pero para llegar a ese punto debemos darnos esa respuesta solidaria a nosotros mismos".
Sobre el papel de Holanda en la cumbre europea, contrario a los deseos de España e Italia, Sánchez comentó: "Tengo extraordinaria relación con Mark Rutte (primer ministro de Holanda) y espero que encontremos una solución que satisfaga a todos. El COVID-19 no atiende a fronteras, va a afectar a todos. Esa solidaridad tendremos que tenerla todos, es una pandemia global". Sobre los tests fallidos que se han devuelto a China, dijo: "Estamos en un mercado súper agresivo, en España tenemos un estado del bienestar que hay que complementar con esos tests masivos. Hacemos entre 15.000 y 20.000 al día, así impedimos la propagación. Son 628 millones de euros de los recursos públicos para comprar 659 millones de mascarillas y 30 millones para el personal sanitario. Esto ha sido un caso particular, nosotros estamos en aportar soluciones".