De West End, el Broadway londinense, a Hollywood. La carrera de Tom Holland (24) comenzó de la manera más insospechada ya que, antes de que se convirtiera en actor, el británico ya había triunfado sobre un escenario gracias a sus dotes como bailarín y a su presencia en el musical de Billy Elliot. Más tarde, en 2012, Holland saltó a la fama gracias a Lo imposible, la película dirigida por Juan Antonio Bayona e interpretada por Naomi Watts y Ewan Mcgregor.

Inspirada en la historia de la familia española que sobrevivió al devastador tsunami de 2004, que asoló diversas zonas de costeras bañadas por el Índico y provocó una verdadera catástrofe en países como Indonesia, Tailandia, India o Sri Lanka con cientos de miles de muertos y desaparecidos, la cinta sirvió de bautismo de fuego para un joven Holland, que llamó la antención de la industria.

No en vano, en 2015, recibiría la oportunidad definitiva para consagrase en el cine gracias a uno de los superhéroes más icónicos de Marvel: Spider-Man. Y la apuesta resultó ser un éxito ya que hizo olvidar a anteriores intérpretes como Tobey Maguire y ha pasado a ser considerado como el actor que mejor ha captado la esencia del personaje.

Pero su próximo papel será una aventura en toda regla. El británico dará vida a Nathan Drake, cazatesoros y protagonista indiscutible de Uncharted, el afamado videojuego que por fin será adaptado a la gran pantalla. Y para la ocasión no puede tener mejor padrino ni compañero de reparto ya que Mark Wahlberg se meterá en la piel de Sully, el inseparable amigo de Drake. La cinta ya ha comenzado su rodaje y está previsto que llegue a las salas en julio de 2021.

Tras la estela de Wahlberg

Pero ahí no termina el vínculo entre ambos ya que Holland se ha inspirado en Wahlberg para ponerse a tono que, a un paso de cumplir el medio siglo de vida, mantiene un físico envidiable, prácticamente idéntico al de hace casi 30 años (¡!) cuando era modelo en campañas publicitarias de una de las firmas de moda más icónicas: Calvin Klein. “Cuando trabajas con Mark Wahlberg tienes que conseguirlo”, ha compartido Holland en un reciente post, que da a entender que la definición y el volumen muscular logrado son consecuencia de querer estar a la altura de Wahlberg. Y quién sabe si también insinúa que han entrenado juntos.

En cualquier caso, su referente se ha adherido durante los últimos meses al denominado método F45 (impartido en una cadena de gimnasios con el mismo nombre), que consiste en rutinas basadas en el entrenamiento funcional, es decir, una mezcla de ejercicios y circuitos orientados a mejorar el rendimiento y el desempeño en el día a día y a aumentar la calidad de vida de quienes lo practican.

En este caso, las sesiones no duran más de 45 minutos y son una combinación de más de 4.000 ejercicios con el objetivo de someter al cuerpo a diferentes rutinas para que los grupos musculares no se ‘acostumbren’ y mantengan así su desarrollo. Lo que Arnold Schwarzenegger llamaría ‘the shocking principle’.

Talentos ocultos

Pero más allá de su transformación física, lo cierto es que Tom Holland oculta una larga lista de destrezas relacionadas con el mundo del deporte ya que practica diferentes modalidades, ya sea por afición o como parte de su preparación, lo que le permite tener en una envidiable condición física de base. Y es que al británico se le ha podido ver practicando gimnasia, skate, surf, snowboarding, golf, boxeo, fútbol, escalada, curling, tenis o baloncesto.

Una ‘macedonia’ de disciplinas que muestra sus innumerables habilidades más allá de la interpretación. Lo que viene a ser, como se suele decir coloquialmente, un parto bien aprovechado. Y sí, también monta a caballo, pesca y toca la guitarra. Nathan Drake tiene numerosos talentos. Y unos buenos músculos.