Quien los haya sufrido sabe muy bien que puede llegar a convertirse en un verdadero problema que puede mermar la calidad de vida al ser doloroso y reducir la movilidad en algunas situaciones. El hallux valgus es el término técnico con el que se denomina a los juanetes, uno de los problemas más frecuentes en los pies derivado de un engrosamiento y deformación de la articulación del primer dedo del pie y su desviación hacia adentro.

No es el único tipo ya que en el lado opuesto, es decir, en el dedo meñique y el quinto metatarsiano puede producirse perfectamente el mismo fenómeno que en esta ocasión se denomina juanete de sastre. La sintomatología, además de la deformidad o protuberancia, incluye la posibilidad de que el dedo en cuestión se monte sobre el adyacente, se produzca dolor, la aparición de callosidades, piel enrojecida e inflamación. Todo ello puede provocar dificultades a la hora de andar o problemas de equilibrio.

Afortunadamente, los últimos avances de la cirugía ortopédica moderna han propiciado el aumento de operaciones de juanetes gracias a que la cirugía percutánea ha minimizado los procesos de recuperación en el postoperatorio. Se trata de un método quirúrgico que permite realizar intervenciones a través de incisiones mínimas, lo que ocasiona un trauma mínimo de los tejidos próximos, obteniendo los mismos resultados que con la cirugía abierta, pero con muchas ventajas.

“La utilización de técnicas mínimamente invasivas o percutáneas ha disminuido las posibles complicaciones de una cirugía abierta, al tiempo que se han mejorado y acortado los procesos de recuperación posquirúrgicos. Al tratarse de un procedimiento ambulatorio, el paciente se va caminando por su propio pie con un zapato postquirúrgico”, señala el doctor José Manuel Nebot, traumatólogo de Vithas Valencia Consuelo, Vithas 9 de Octubre y Vithas Castellón,

"Antes de operar hay que evaluar qué tipo de lesión es, y se interviene cuando el pie duele y el paciente tiene muchas dificultades para andar. La operación debe realizarse sobre un pie doloroso con deformidad y si un paciente con juanetes apenas tiene síntomas, no se debe operar sino recomendar mejores hábitos de calzado", añade Nebot.