El coronavirus amenaza la supervivencia del Sintrom, un fármaco que toman cerca de medio millón de personas en España por su eficacia a la hora de prevenir los ictus, la principal causa de muerte entre las mujeres en nuestro país y responsable de unas 27.000 defunciones al año.

El motivo es que el Sintrom requiere mucha vigilancia por parte de los pacientes y de los médicos que recetan tratamientos basados en él. "El Sintrom no es un medicamento fácil. Tienes que vigilar lo que comes porque hasta la lechuga interacciona con él. También hay que vigilar que no lo haga con docenas de otros fármacos. Y es necesario hacer un control cada pocas semanas para evitar el riesgo de hemorragias", explica José Polo, vicepresidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), en declaraciones recogidas por El País.

En los momentos más duros de la pandemia, el objetivo era limitar al máximo la actividad ordinaria de los hospitales para poder concentrar todos los esfuerzos en la contención del virus. Y eso provocó que muchas comunidades, entre ellas Cataluña, Madrid, Murcia, Galicia, Comunidad Valenciana o Baleares, decidieran sustituir el Sintrom por otro tipo de anticoagulantes, los ACOD (anticoagulantes orales de acción directa).

"Fue un paso en la buena dirección y ahora sería un error volver atrás. Los ACOD son más efectivos y mucho más cómodos de tomar para el paciente. Requieren muchos menos controles y reducen hasta el 50% el riesgo de sufrir hemorragias cerebrales. Es una posición en la que hay unanimidad entre las sociedades científicas en España y Europa", afirma también en El País Inmaculada Roldán, de la Sociedad Española de Cardiología.

Efectos adversos

Sin embargo, en Sanidad también tienen en cuenta los efectos secundarios perjudiciales que pueden aparecer con el consumo de los ACOD. Entre ellos hipertensión o posibilidad de sufrir otras hemorragias, lo que hace que siga siendo necesario mantener un seguimiento del tratamiento.

En cualquier caso, la sustitución paulatina del Sintrom por estos nuevos fármacos es una realidad en Europa, donde la media de personas que consumen ACOD en vez de Sintrom es del 70%. En España, una excepción, el porcentaje es del 42%. La explicación puede estar en que un tratamiento mensual con Sintrom cuesta unos cinco euros (dejando aparte los recursos materiales y humanos que se necesitan para hacer el seguimiento), con los ACOD la factura asciende a entre 80 y 90 euros. Sanidad ya está estudiando la posibilidad de financiar públicamente estos fármacos, que en las comunidades que no los han implantado sólo se administran en lugar de Sintrom previo pago de su importe.