A los 53 años parece impensable que un boxeador se plantee volver a la élite, pero si alguien puede subirse a un ring en estas circunstancias es, sin duda, Mike Tyson. El mítico púgil volverá pronto a pelear (todavía no tiene rival), pero para ello ha tenido que ponerse en forma, y no lo ha hecho de la manera convencional.

Ha conseguido perder más de 45 kilos (ahora pesa 104) gracias a la dieta y a un tratamiento rejuvenecedor basado en "extraer sangre procedente del cordón umbilical de los recién nacidos, médula ósea o grasa corporal" e inyectarlo directamente en el paciente, tal y como recoge The Sun.

El propio Tyson explicaba que hasta el color de su sangre cambió con el tratamiento: "Tenía la presión arterial alta, casi me estaba muriendo y padecía artritis. Me convertí al veganismo y me ayudó a eliminar todos estos problemas que tuve en mi vida. Perdí peso, más de 45 kilos y quiero seguir cambiando. mi vida. Cuando me quitaron sangre, era totalmente roja. Cuando la volvieron a poner, era transparente. Casi podía verla a través de mi sangre".

El tratamiento al que se ha sometido, sin embargo, no está al alcance de todos. Y es que suele costar entre 5.000 y y 25.000 euros, algo que no todos los bolsillos pueden permitirse. A este tratamiento de células madre, sin embargo, se han sometido otros deportistas conocidos de otras disciplinas, como el tenista español, Rafa Nadal, o el jugador de la Juventus, Cristiano Ronaldo.