Un día después de conocerse que la Semana Santa de Sevilla era suspendida, se hace oficial también que la ciudad hispalense aplazará su Feria, que debía comenzar el 25 de abril. El Ayuntamiento ha ordenado que cesen las acciones de montaje de las casetas y de la tradicional Portada como medida para contribuir a la lucha contra el avance del Coronavirus. En consecuencia, la Feria no podrá celebrarse en las próximas semanas.

Aunque el Estado de Alarma y el Nivel 2 del Plan Territorial de Emergencias autonómico se han acortado en el horizonte temporal de 15 días y luego restaría casi un mes para el comienzo de la Feria, el gobierno de la capital andaluza cree que las recomendaciones sanitarias son incompatibles con el desarrollo de trabajos previos en el Real, el recinto en el que se celebra la fiesta.

Juan Espadas, Alcalde de Sevilla, propondrá a la corporación municipal y a los hosteleros que la Feria se celebre esta vez durante la segunda quincena de septiembre, con lo que se rebajaría el impacto económico. También se ha hablado de julio, pero las temperaturas que se registran en el Valle del Guadalquivir durante esa época desaconsejan fuertemente esa fecha. La Feria genera cada año unos 900 millones de euros, lo que le convierte en la principal fuente de ingresos de la ciudad en términos turísticos.

La decisión del Ayuntamiento no tiene precedentes y se ha adoptado por el comité de seguimiento de la crisis sanitaria que se está haciendo en la capital. El montaje y acondicionamiento de las casetas supone además un gran desembolso económico del que de momento se alivia a buena parte a los sevillanos.