El 60 % de los adolescentes españoles (entre 14 y 18 años) se han emborrachado una vez en su vida y un 75 % han bebido alcohol alguna vez, según las estadísticas oficiales del Ministerio de Sanidad. Esto supone un comienzo en el mundo de la bebida de una población vulnerable que estará más predispuesta al alcoholismo en su edad adulta.

Según un panel de expertos de salud pública en Estados Unidos, una parte de la culpa la tiene la publicidad. Así lo ha confirmado un análisis conjunto de 163 estudios en varios países que se han publicado en la Revista de Estudios de Alcohol y las Drogas que ha encontrado las relaciones de causa y efecto entre el anuncio de bebidas alcohólicas y el consumo de los más jóvenes.

Se aplicaron los mismos nueve criterios para establecer que fumar es una causa de cáncer y que la comercialización del tabaco es una de las causas de fumar entre los jóvenes. Los resultados implicaron la fuerza de asociación, la consistencia del vínculo, la especificidad de la asociación, la precedencia temporal de la exposición publicitaria, la plausibilidad biológica y psicológica, la evidencia experimental y la analogía con exposiciones similares a riesgos para la salud (por ejemplo, publicidad de tabaco).

"Aquí hay evidencia de que la exposición al marketing de alcohol es una causa de consumo de alcohol durante la adolescencia y también una causa de consumo excesivo de alcohol", concluyen en su informe los doctores James D. Sargent, del Instituto C. Everett Koop en Dartmouth; y Thomas F. Babor de la Universidad de Connecticut.

Recomendaciones de los expertos

Los investigadores no se detuvieron en el análisis y ofrecieron una serie de sugerencias y consejos para mitigar el problema. La principal recomendación es que las agencias gubernamentales "deberían restringir las exposiciones de comercialización de alcohol en la población adolescente" más allá de los límites horarios o las prohibiciones únicamente a ciertas graduaciones de alcohol.

Además, ponen el ojo en la difusión de las redes sociales y sus sitemas de control. "Aunque se pueden eludir las prohibiciones legales, la investigación sugiere que son mucho más efectivas que los códigos voluntarios", insisten los expertos. Por último, recomendaron "un discurso reflexivo entre los investigadores, medidas de prevención efectivas entre los encargados de formular políticas, y un esfuerzo por alcanzar un consenso sobre este tema entre un cuerpo de científicos más grande y representativo".