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El exceso de flúor es un riesgo para los niños

Un estudio descubre que uno de cada cuatro estadounidenses sufren fluorosis, un problema que altera el control del calcio en los dientes

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Dos niños se lavan los dientes.

Una pasta de dientes que no contiene flúor parece de no fiar. Este componente ayuda a restituir el calcio en la dentadura que se produce por la erosión o las caries y logra restituir el material más duro creado de manera biológica. Sin embargo, la cada vez mayor presencia del flúor a través de su incorporación en el agua potable podría haber causado un desequilibrio inesperado en las bocas de los países occidentales.

La sobreexposición al flúor ha sido descubierta por una equipo de investigadores de la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York. Según los datos publicados en Science Signaling, uno de cada cuatro estadounidenses muestra algún grado de fluorosis dental. Esto supone un cambio en el equilibrio del ecosistema bucal, donde se altera la función mitocondrial, el control de los niveles de calcio por parte del organismo y la expresión génica en las células que forman el esmalte dental.

"Debido a la exposición a demasiado flúor, las células sufren un estrés continuo en su capacidad para manejar el calcio que se reflejará en los cristales del esmalte a medida que se forman y afectará la mineralización", explica Rodrigo Lacruz, autor principal del estudio. En resumen, supone un desequilibrio del calcio que debe formar parte de los dientes. "Los beneficios del flúor para la salud bucal superan considerablemente los riesgos. Pero dado lo común que es la fluorosis dental y la poca comprensión de los mecanismos celulares responsables de esta enfermedad, es importante estudiar este problema", avisa el experto.

Los niños

En el caso de los niños la atención debe ser mayor. La sobreexposición al flúor provoca una decoloración de los dientes y poca mineralización. En el caso de los menores de nueve años, el problema es más grande porque se trata de una fase crítica de la formación de la dentadura y, sorprendentemente, los expertos avisan de que fomenta la aparición de caries.