Nailsworth es un pueblo de unos 7.000 habitantes perteneciente al condado de Gloucestershire (Inglaterra) y puede que pasara totalmente desapercibido si no fuera por que cuenta con uno de los clubes de fútbol más singulares del mundo: el Forest Green Rovers. No juega la Champions League y ni siquiera se encuentra en la élite del futbol, pero a este equipo no le hace falta batirse con los mejores para acaparar titulares.

El denominado por la FIFA y la UEFA como el ‘club de fútbol más verde del mundo’ se ha ganado el respeto de muchos por llevar sus convicciones hasta las últimas consecuencias. El equipo, que compite en la League Two, la cuarta categoría del fútbol inglés, juega en The New Lawn desde 2006 y se ha encargado de adecuarlo en perfecta síntonia con su idiosincrasia. Césped orgánico, agua de lluvia para regar o paneles solares por doquier que permiten covertir todos los procesos en sostenibles son algunas de las singularidades de este club.

Jugadores veganos en un estadio de madera

Y también es un club vegano. Si los aficionados desean un bocadillo o un tentempiéen el descanso, una tradición muy instaurada en el mundo del fútbol, hay un menú 100% vegano para elegir. Pero es que incluso los propios jugadores promulgan el veganismo por lo que incluso antes que sus cualidades técnicas se tiene en cuenta si comulgan con la idea del respeto absoluto a los animales. Incluso las camisetas que se enfundan están confeccionadas con bambú.

Por si fuera poco, el club ya cuenta con los permisos pertinentes levantar primer estadio fabricado completamente de madera del mundo. El estadio de madera, denominado Eco Park y diseñado por el estudiio Zaha Hadid Architects, tendrá una capacidad de 5,000 asientos y estará completamente alimentado por fuentes de energía renovable.

Un club centenario con principios

El Forest Green Rovers es un club centenario que fue fundado en 1889, pero su trasformación comenzó en 2010, cuando el actual presidente Dale Vince se hizo cargo del club, que atravesaba por momentos complicados en lo financiero. Vince, fundador de Ecotricity, nunca planeó que el viaje al frente del club fuera a alcanzar estas dimensiones, pero en cualquier caso, es un ejercicio de coherencia.

“Todo surgió de una forma muy natural. Pensé que si me iba a hacer cargo de un club de fútbol, tenía que hacerlo funcionar según mis convicciones. El fútbol ya se posiciona contra el racismo, contra el sexismo o contra la homofobia. Tenemos que conseguir que se posicione también contra la crisis climática”, explica este ecologista convencido que tiene grandes planes para el Forest Green Rovers.

En la actualidad, el equipo ocupa una posición a mitad de tabla, pero entre sus objetivos está ascender a la Championship -la segunda dividión inglesa- y quién sabe si llegado el momento, coderase con los grandes clubes de la Premier League. Mientras tanto, su inspirador ejemplo es una muestra de que el mundo del fútbol no se mueve solo a base de dinero. Todavía hay lugar para los principios.