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El taichí rebaja el dolor lumbar crónico en la tercera edad

Los ancianos pueden beneficiarse de la actividad armónica que mantiene la elasticidad, mejora la circulación cardíaca y aumenta la calidad de vida.

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Una anciana practica tai chi en un parque para reducir su dolor lumbar.

Apartar las nubes, cepillar la crin del caballo o tocar el laúd son movimientos muy beneficiosos para los ancianos. Sí, son movimientos. En concreto son fases de esa actividad llamada taichí que se ha demostrado beneficiosa en todas las edades. Ayuda a mantener la flexibilidad, mejora la circulación de la sangre y permite mantenerse en forma de manera adaptada. Además, según un estudio reciente, reduce el dolor lumbar crónico y mejora la calidad de vida.

Para algunos no sería necesario que el estudio confirmara lo que sus ojos ven. En Oriente, los ancianos madrugan para practicar taichí en los parques y se les ve sanos y ágiles. Sin embargo, en los países occidentales es menos frecuente observar estas actividades físicas. Y, según los datos del Instituto de Investigación de la Salud de Washington, las personas de la tercera edad deberían tomar nota y seguir sus pasos porque acabaría con un mal generalizado: el dolor lumbar. Esa molestia en la espalda afecta a un 12 % de los ancianos y su pronóstico empeora con la edad.

Los investigadores norteamericanos enviaron a sus voluntarios mayores de 65 años a clases de taichí durante 12 semanas con maestros. Los resultados fueron prometedores. "Se descubrió que el taichí se asoció con un dolor más bajo y con unas discapacidades mejoradas, y (los individuos) calificaron la mayoría de los ensayos como de calidad «regular a buena»", señala el informe publicado en 'The Journal of Alternative and Complementary Medicine'. Es más, la gran mayoría de estos miembros de la tercera edad consolidaron su participación y manifestaron que continuarían con las sesiones después del experimento porque había mejorado su espalda.

Más efectivo que otras prácticas

Los descubrimientos contrastan con otras prácticas que se creían eficientes. "Las terapias manuales, la acupuntura, la estimulación nerviosa eléctrica percutánea, el mindfulness, el yoga, la educación, el ejercicio y los medicamentos no fueron clínicamente superiores" cuando se comparaban con los ancianos sedentarios, según el informe firmado por la doctora Karen J. Sherman, de la Universidad de Washington.

La recomendación de los expertos es acudir a las sesiones de esta actividad para evitar o rebajar otros tratamientos como el uso de medicamentos, opiáceos, cirugías o las inyecciones de esteroides. Hay que apartar las nubes o cepillar la crin del caballo para vivir mejor durante mucho más tiempo. "Muchos de nosotros nos hemos familiarizado con imágenes de grandes grupos de personas mayores en China o Hong Kong practicando taichí juntos. El trabajo de Sherman sugiere que los adultos mayores pueden encontrar de manera similar tales prácticas aceptables y útiles", reclama el editor jefe de 'The Journal of Alternative and Complementary Medicine', John Weeks.