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Robert Downey Jr. mantiene su rutina para no ser el regordete de los Vengadores

El actor alternó kung fu, entrenamiento de fuerza y otros ejercicios en el gimnasio mientras reprime su pasión por los helados y las hamburguesas con queso.

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Fotograma de 'Vengadores: La era de Ultrón'

Si alguien sabe de costumbres perjudiciales y malos hábitos es Robert Downey Jr. El actor había llevado una vida de excesos y caprichos hasta que logró rehacerse y cambiar de estilo de vida. En ello tuvieron mucho que ver sus papeles como Iron Man o en el Sherlock Holmes de Guy Richie porque actuar en una película de acción alrededor de los 50 años requiere una preparación y mentalidad especial. El estadounidense lo logró y, aunque su última película es la comedia que recupera al doctor Dolittle, recuerda el cambio como algo bueno.

¿Cuál fue su principal motivación? "Lo que pasa es que cuando haces estas películas de acción no quieres ser el regordete", reconoció Robert Downing Jr. en una entrevista concedida a Vanity Fair. No tenía que ser fácil caminar junto como Chris Hemsworth, Chris Evans o incluso Josh Brolin cuando se tiene este pensamiento. Así que el actor estadounidense cambió su manera de entrenar y se fijó en su dieta para acercarse a sus compañeros titanes.

Robert Downing Jr. había pasado por una rehabilitación por sus adicciones cuando volvió a interpretar papeles destacados. Cuando le llamaron para Iron Man (2008) empezó su cambio, pero fue a partir de encarnar a Sherlock Holmes cuando cambió su rutina. Cuando llegó el momento de reunir a los Vengadores ya llevaba trabajo hecho. "Me gusta ser exigente conmigo mismo", ha reconocido sobre su motivación para no faltar al gimnasio. Practicaba kung fu y quigong, se centraba en el entrenamiento de fuerza y combinaba con circuitos como el ideado por Tracey Anderson.

"Para que interpretara a Sherlock Holmes hicimos un trabajo para aumentar el volumen con rutinas de baja intensidad que formaran un nivel de cardio y músculo duradero", explicó su entrenador personal, Brod Bose. "No queríamos que se volviera enorme pero necesitaba un estado de forma lo suficientemente bueno como para hacer sus escenas de acción. Usamos una máquina que se llama 'El Vórtice de la Tormenta Perfecta', un sistema que permite cargar un montón de cables y resiste", comentó.

Más músculo para Iron Man

Actualmente sigue los consejos del entrenador personal Brod Bose, un veterano preparador de las estrellas de Hollywood. Su principal herramienta ha sido adaptar las rutinas a un cuerpo de un señor de 50 años que no era especialmente atlético. "No soy particularmente alto, fuerte, rápido o agresivo", se autodefine la encarnación en el cine de Tony Stark. Pero el actor estadounidense repite siempre que no va a entrenar a lo loco como si fuera un niño.

Para el actor, la progresión es fundamental en el gimnasio. Pero no estaba conforme con su entrenamiento y cambió. "Redujimos mucho el cardio y aumentamos el peso que estaba levantando", explicó Brad Bose sobre la planificación física para un Iron Man atlético. Durante meses la dieta de Downey se basó en consumir 5,000 calorías diarias y se aplicó en el gimnasio sin descanso. El resultado fue que aumentó 11 kilogramos de músculo. Los ejercicios de Bose incluyen circuitos AB, peso muerto, trabajo con balón medicinal, press de banca para piernas, dominadas, trabajo con cuerdas, actividades de abdominales trabajando con solo una mano o la utilización de Kettlebell. En la elíptica se fijaba un ritmo in crescendo para el cardio.

Debilidad por los helados, las pizzas y las hamburguesas con queso

No obstante, la dieta ha sido un factor fundamental para el cambio físico radical de Robert Downing Jr. "Si pudiera comer lo que quisiera, todos los días tendría una pizza de Domino's con pasta carbonara dentro. Y por la noche me comería un helado napolitano hasta que me sintiera absolutamente 'tóxico' y me repitiera: todo va a salir bien, vas a ir a entrenar por la mañana", reconoció en una entrevista. Su pasión por el bacon y las pizzas le ha llevado en alguna ocasión a echar trozos de pizza dentro de su hamburguesa con queso. Hoy se cuida más para poder cumplir con sus obligaciones atléticas y presentarse como un superhéroe nada barrigón.