Recuperado de aquella manera para la causa por James Cameron para Terminator: Dark Fate (2019), este año hemos vuelto a saber de Edward Furlong (42), quien otrora fuera considerado una estrella en ciernes del panorama hollywoodiense tras protagonizar la segunda entrega de la saga en 1991 y compartir cartel años después en la acalamada American History X (1998) en la que figuraba su homónimo, Edward Norton.

Pero entre su reciente ‘aportación’ a la última cinta de Terminator, que también reunía a Arnold Schwarzenegger y Linda Hamilton, y aquellos prometedores inicios, Furlong ha vivido una auténtica espiral autodestructiva que le ha obligado a ingresar en centros de rehabilitación por sus coqueteos con las drogas y lidiar con otros tantos problemas legales a causa de sus abusos, como detenciones o denuncias por violencia doméstica: estuvo casado (2006-2009) con Rachael Bella y tuvo un hijo, pero aquello acabó como el rosario de la aurora tras alegar Bella malos tratos.

Sin embargo, hubo un tiempo en el que Furlong mantuvo un cierto estatus antes de convertirse, como les ha sucedido a tantos otros, en un juguete roto más de Hollywood. En la decada de los 90 del siglo pasado, aún supo aprovechar el impacto de su irrupción como John Connor e incluso llegó a participar en campañas para Calvin Klein o en un video de Aerosmith (Livin’ on the edge), pero en la siguiente década pasó a protagonizar cada vez más cintas de serie B hasta su total desaparición del panorama cinematgráfico a partir del año 2013.

La extraña pareja: Edward Furlong y Ron Jeremy

Y si algo ha destacado a lo largo de todo este, además de sus adicciones, innumerables problemas y escándalos es un evidente deterioro físico. El actor, que hace pocos meses abrió una cuenta en Instagram, ha saltado a la palestra recientemente por una imagen suya, con evidente sobrepeso, acompañado de Ron Jeremy (66), actor de cine para adultos, en lo que parece ser una fiesta navideña.

En cualquier caso, a pesar de que el anuncio efectuado por James Cameron en la pasada edición de la Comic Con de San Diego, hacía prever un renacimiento del actor californiano tras años en el ostracismo, lo cierto es que la situación de Furlong no ha cambiado en exceso, aunque trata de rentabilizar la imagen de niño prodigio que aún le acompaña. La buena noticia es que parece recuperado de sus adicciones. La mala noticia es que está lejos de recuperar el tiempo perdido.