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10 remedios caseros avalados por la ciencia para reducir la resaca

Hay un decálogo de consejos para mitigar las desagradables consecuencias de una noche de borrachera aunque ninguno es mejor que renunciar al alcohol.

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Un hombre descansa para recuperarse de una resaca provocada por el consumo de alcohol.
Thom Masat Unsplash

Despertar con molestias en la garganta. La boca pastosa. Mucha sed. Un dolor de cabeza que anula cualquier otra sensación. El más mínimo susurro es como un grito en el hipotálamo. Cualquier rayo de luz que se cuele por la ventana hace sentirse como un vampiro. El estómago da punzadas y parece que habla. Levantarse de la cama parece todavía más difícil que cualquier otro día. Sí, es una resaca.

Los efectos del alcohol son tan conocidos que la ciencia no ha investigado demasiado las situaciones de resaca. Algunas teorías señalan que se alteran los ritmos biológicos del organismo y otros que es una situación de abstinencia repentina después de un gran consumo. Bien se sabe que el dolor de cabeza y la sed provienen de la acción deshidratadora del alcohol. También se conoce perfectamente que la mejor manera de evitar una resaca es renunciar al alcohol, pero para aquellos que deciden ingerir las bebidas espirituosas hay unos cuantos remedios caseros que pueden mitigar sus efectos.

Moderación

La Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud de Estados Unidos cifra en más de cuatro bebidas al día o más de 8 semanales el consumo de alto riesgo en mujeres. Para los hombres, es más de 15 ingestiones semanales. Si no es bebedor habitual deberá moderar su consumo si quiere evitar la resaca porque el límite de alcohol en sangre es menor y se sentirá borracho con mayor facilidad. Mantener el nivel de alcohol en la sangre por debajo del 0,1 % puede reducir la probabilidad de resaca al día siguiente.

Beber agua

La dishadratación mientras se bebe alcohol a algunos les parece paradójica. ¿Cómo puedo estar sediento si no paro de meter líquido en mi cuerpo? Es un diurético y sus impurezas, además de provocar naúseas en ocasiones, también deshidratan. Algunas investigaciones apuntan a que se si el organismo está sobrehidratado el efecto diurético del alcohol es menor. Beber agua durante la ingesta de alcohol y antes de acostarse ayudará a mejorar el despertar a la mañana siguiente.

Comer mientras se bebe

Hay varios factores que influyen en cómo afecta el alcohol al cuerpo. La cantidad ingerida, la capacidad de metabolismo del organismo y la presencia o ausencia de comida. La comida es importante porque el primer paso de absorción del alcohol ocurre en el estómago y si va o no acompañado cambiará la situación. Si hay alimentos en el organismo se reduce la velocidad de la absorción del alcohol, lo que ayuda a la moderación y a reducir las posibilidades de una gran resaca.

Beber otros líquidos

Las bebidas ricas en electrolitos también ayudarán a reducir la resaca. El agua de coco es lo más indicado. Incluso una sopa que restaure el potasio perdido durante la ingesta. En casos de resaca con diarrea o vómitos lo mejor es reequilibrar el organismo con electrolitos.

Evitar las bebidas dulces

Hay una regla no escrita que avisa de que cuanto más dulce es la bebida mayor es el nivel de impurezas en el alcohol. El vino tinto y los licores de malta están en lo alto del ranking de las resacas más severas y el vodka en el de las menos graves. Eso sí, la cantidad de alcohol siempre influirá, así que el efecto de las menos dulces puede ser un dolor de cabeza todavía mayor si no hay moderación.

Curiosamente, algunos estudios señalan que consumir fructosa al tiempo que el metabolismo trabaja con el alcohol rebaja el riesgo de resaca. Para ello hay que consumir este tipo de azúcar mientras se ingiere el alcohol, no antes (la absorción del organismo es muy rápida) ni después. Un zumo de naranja entre cóctel y cóctel es una opción.

Jenjibre

Esta planta tiene unos efectos beneficiosos que se ajustan perfectamente a las resacas. Reduce las náuseas y vómitos, ayuda a la digestión, es un antiinflamatorio natural, rebaja las afecciones de garganta y acelera el metabolismo. El Instituto Nacional de la Salud en Estados Unidos recomienda combinar el jenjibre con azúcar moreno y mandarina antes de beber alcohol para reducir las naúseas y vómitos al día siguiente.

Dormir y volver a dormir

Las investigaciones sugieren que dormir más de 7 horas después de una borrachera rebaja la gravedad de la resaca. Levantarse a recuperar líquidos y nutrientes es buena idea, pero no lo es mantenerse despierto. Aunque la causa de la resaca no es la falta de sueño, el descanso es vital para la recuperación. Una siesta y una jornada relajada ayudarán a la recuperación de un organismo que necesita tiempo para volver a su estado óptimo.

El desayuno del día siguiente

Al igual que las bebidas, lo mejor son comidas ricas en electrolitos para ayudar al organismo deshidratado. Los expertos recomiendan desayunos de fácil digestión y de rápida aportación de nutrientes. Así se rebajarán los efectos de la resaca. Menos dolores de cabeza, temblores y naúseas. El plátano es el candidato ideal porque incopora sodio y potasio de manera inmediata. Como alternativa, los expertos recomiendan pepinillos. Los huevos también ayudan a mejorar ante los síntomas de la resaca. Para combatir la deshidratación se puede optar por una o varias rodajas de melón. Para la bajada de azúcar en sangre se puede elegir miel. Las espinacas y las nueces completan las recomendaciones.

Un desayuno de grasas saturadas meterá en el cuerpo nutrientes que no se necesitan y aumentará las tareas de un organismo ya estresado. Y ojo con el zumo de naranja si se tiene un estómago delicado porque será contraproducente. Aunque esté hambriento deberá esperar unas horas para afrontar una comida copiosa debido al bajo nivel de azúcar en sangre.

No beber más alcohol

Las leyendas populares asumen que volver a beber alcohol por la mañana aliviar la resaca. Ernest Hemingway presumía de que era su remedio casero. Esto es cierto a muy corto plazo. La nutricionista Andrea Chernus recuerda que esto supondrá una mayor carga de recuperación para el sistema y que a largo plazo hará sentir una resaca todavía peor.

Durante un tiempo el cuerpo volverá a asumir la misma sensación que durante la embriaguez pero los estudios científicos demuestras que esta práctica está relacionada con las tasas más altas de abuso de alcohol.

¿Café? No mucho

Un estudio de la Universidad Thomas Jefferson descubrió que emparejando café y aspirina podría ayudar en la lucha contra la resaca. Pero hay que buscar el equilibrio. Más de dos tazas de un café fuerte pueden hacer regresar el horror de la deshidratación y provocar la recaída en la resaca.