El té y el café se están convirtiendo en alternativas saludables para quienes quieren sustituir las bebidas carbonatadas. Cuando se ingieren de manera moderada se absorben de manera más natural y tanto la cafeína como la teína son estimulantes para el cuerpo. Pero pueden tener más beneficios de los esperados para los diabéticos, según los investigadores.

Un estudio de la Universidad del Sur de Australia en ratones ha observado que el té negro ayuda a mantener más bajos los niveles de azúcar en la sangre. La razón es que produce más insulina en el cuerpo (a veces la incrementa 15 veces más, según los experimentos).

Los investigadores australianos apuntan que sus beneficios son mayores entre quienes sufren la diabetes tipo 2 porque tanto té negro como el té verde ayudarían a metabolizar mejor el azúcar, algo fundamental para esta clase de diabetes, la más común, que no produce o no usa bien la insulina. En casos graves esta enfermedad provoca problemas en el corazón, los ojos, las encías, los riñones y los dientes.

Dieta saludable y ejercicio

Aunque el descubrimiento supone una esperanza de una mejor vida para los enfermos de diabetes del tipo 2, los médicos insisten en que el mejor tratamiento es una dieta adecuada y una actividad física consistente (dos horas y media diaria es la medida óptima). Los enfermos deben rebajar las grasas saturadas, la sal y el azúcar, mientras que deben aprovechar los beneficios de frutas, verduras, nueces y aceite de oliva.