Deporte y Vida

SALUD

La luz azul perjudica al sueño menos de lo que se cree

Las tecnologías que tratan de rebajar los colores fríos durante la noche confunden al cerebro con señales opuestas y alteran el ciclo circadiano.

0
Una mujer posa bajo un neón azul de luz.
Daniel Monteiro Unsplash

En los últimos tiempos se ha extendido en algunos sectores la creencia de que la luz azul altera los patrones de sueño y causa problemas en la vista y la piel. Así han surgido diferentes tecnologías y artefactos que bloquean la llamada 'Blue Light' durante la noche. Se baja el brillo de las pantallas, se activa el modo nocturno en los ordenadores de sobremesa, etc. y se prometen dulces sueños. Sin embargo, los científicos insisten en que no hay consenso académico sobre sus posibles efectos en la salud. Para resolver algunos puntos de la discusión, un estudio de la Universidad de Mánchester publicado en Current Biology ha desarrollado un experimento que incluso sospecha que estos nuevos aparatos son perjudiciales porque generan confusión en el cerebro.

Según los investigadores, las tecnologías actuales diseñadas para limitar exposición nocturna a la luz azul pueden enviar mensajes confusos al organismo. La razón es que al activar pequeños cambios en el brillo se emplean colores que se parecen más al día y esto hace que se altere el ciclo circadiano y el cerebro active algunas funciones diurnas, según comprobaron con roedores en el laboratorio.

El equipo de la Universidad de Mánchester propone algo que parece de sentido común. Se deben usar luces más tenues y frías durante la noche mientras que deben ser cálidos y brillantes por el día para que existan beneficios para el organismo. Al fin y al cabo, el reloj biológico utiliza esas señales para determinar los momentos apropiados para estar dormido y despierto.

La luz azul es menor influyente de lo pensado

Los científicos recuerdan que el reloj biológico desarrolla una sensibilidad en el ojo para medir la luz. Con los ratones pudieron rechazar la creencia común. La percepción humana del color proviene de las células de la capa de conos de la retina y la nueva investigación muestra que las señales de color azul impactan menos que las brillantes en el reloj biológico. El doctor Tim Brown, uno de los autores del estudio, explica en su informe lo que supone: «La opinión de que la luz azul tiene el efecto más fuerte en el reloj biológica está equivocada. De hecho, los colores azules asociados con el crepúsculo tienen un efecto más débil que la luz blanca o amarilla de brillo similar».

Las conclusiones pueden ayudar en el futuro a reconfortar a insomnes y trabajadores con horarios especiales. «La ciencia ya ha proporcionado evidencias de que alinear nuestros relojes corporales con nuestros horarios sociales y laborales puede ser bueno para nuestra salud. Usar el color de manera adecuada podría ser una forma de ayudarnos a lograrlo mejor», concluyó Brown.