El rapero Clifford Harris (39), más conocido como T.I. y ganador de tres premios Grammy, ha escandalizado a más de uno al reconocer recientemente que lleva a su hija Deyjah, de 18 años, una vez al año al ginecólogo para que le practiquen una prueba de virginidad. Una costumbre que repite desde que su hija cumplió los 16 años y que, como no podía ser de otro modo, le ha procurado un aluvión de críticas y ha provocado que la congresista de Nueva York, Michaelle Solages, haya presentado una proposición de ley para prohibir la prueba.

Solages, integrante del Partido Demócrata, ha cragado duramente contra el rapero al considerarlo una persona “influyente”. “Si viste unos zapatos nuevos o una camisa nueva, la gente va y los compra en masa. Está fomentado algo de lo que deberíamos alejarnos. Estamos en una sociedad moderna, en la que las mujeres no son una propiedad, las mujeres son seres humanos, somos iguales", explica la polítca.

Pero lo cierto es que se, según la Organización Mundial de la Salud, las pruebas de virginidad tienen una larga tradición y se han documentado en al menos 20 países de todas las regiones del mundo. “Las mujeres y las niñas son sometidas a ellas, a menudo forzosamente, por varias razones, a veces a petición de los padres o de posibles pretendientes para determinar si son aptas para el matrimonio, o de empleadores para determinar si son aptas para el empleo”, explica el organismo.

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“Generalmente son realizadas por médicos, policías o líderes de la comunidad para evaluar la virtud, honor o valor social de mujeres y niñas. En algunas regiones es frecuente que los profesionales de la salud realicen pruebas de virginidad a las víctimas de violación, supuestamente para determinar si hubo o no violación”, añade la OMS.

¿En qué consiste la pueba de virginidad?

Las pruebas de virginidad suelen consistir en una inspección del himen para detectar rasgaduras o el tamaño de la abertura y/o en la inserción de dedos en la vagina. Ambas técnicas se practican en la creencia de que el aspecto de los genitales femeninos puede revelar los antecedentes de actividad sexual de la mujer o niña. La OMS afirma que no hay pruebas de que ninguno de los dos métodos pueda probar si una mujer o niña ha tenido o no relaciones sexuales vaginales.

“El himen se puede romper realizando una actividad diaria, montando en bici, poniéndose un tampón o haciendo gimnasia, y hay mujeres que nacen sin él", asegura Michaelle Solages.

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Secuelas físicas y psicológicas

La OMS, con el apoyo de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU y de ONU Mujeres, ha pedido que se ponga fin a esa práctica porque no solo es innecesaria, sino que también puede ser humillante, dolorosa y traumática ya que:

• Supone una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas.
• En casos de violación, puede causar un dolor adicional y reproducir el acto original, con la consiguiente reproducción del trauma y la victimización.
• En muchas mujeres esta práctica tiene consecuencias negativas físicas, psicológicas y sociales a corto y largo plazo.
• Puede provocar episodios de ansiedad, depresión y estrés postraumático.
• En casos extremos, las mujeres o las niñas pueden intentar suicidarse o ser asesinadas en nombre del ‘honor’.