Conor McGregor está de vuelta. Tras más de un año retirado, el polémico luchador irlandés, de 31 años, ha confirmado que volverá a subirse a un ring. Será el 18 de enero en el T-Mobile Arena de Las Vegas y su rival será el norteamericano Donald 'The Cowboy' Cerrone, aunque ‘The Notorious’ ya vislumbra en el horizonte una posible revancha contra Khabib Nurmagomedov.

Eso sí, para tener la oportunidad de derrotar a su verdugo en octubre de 2018, McGregor debe superar en primer lugar el ‘trámite’ de Cerrone. Para ello, el irlandés ya se está entrenando a conciencia y está cuidando también todo lo relacionado con su alimentación aunque, a diferencia de lo que se podía pensar, el luchador necesita ganar peso para su regreso al peso welter el próximo año. Y es que, el luchador tiene que engordar unos 7 kilos (15 libras) para dar el peso y poder competir ya que ronda los 70 kg.

McGregor ha asegurado que intenta comer alimentos saludables para lograrlo y que evita en la medida de lo posible la comida basura. “Como buena carne pollo, algún bistec, salmón, muchas verduras y algunas frutas como plátanos. También trato de ingerir mucho huevo. Me gusta tomarme una tortilla con un buen café en el almuerzo”, explica el irlandés en declaraciones recogidas por el 'Daily Mail'.

“Obtener suficiente proteína es importante cuando entreno, para ayudar a desarrollar la musculatura y recuperarme, por lo que complementaré la dieta con con batidos de proteínas. También es muy importante para mi mantenerme bien hidratado por lo que bebo principalmente agua o agua de coco”, añade.

Nada de comida basura

En principio, la idea de McGregor es aumentar de peso a base de alimentos saludables, pero reconoce que haría una excepción si fuera necesario. “Comeré carnes de buena calidad, verduras de buena calidad y carbohidratos de buena calidad como la batata y la calabaza. Pero si tengo que desviarme del plan para lograr el objetivo, no me decantaría por la comida basura, me gustan más los dulces y los pasteles”, concluye el luchador.