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La contaminación atmosférica amenaza el éxito de la fecundación in vitro

La exposición a partículas en suspensión durante los días previos a la implantación de los embriones en estos procedimientos tiene un efecto directo sobre su fracaso o la posibilidad de aborto.

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as.com

Han pasado ya más de 40 años desde que la perseverancia de unos padres, los ingleses John y Lesley Brown, y la pericia de tres investigadores, Robert Edwards, Patrick Steptoe y Jean Purdy, diera sus frutos en forma de nacimiento de la mundialmente conocida como primera ‘niña probeta’ de la historia: Louise Brown.

Gracias al camino iniciado por un matrimonio que anhelaba convertirse en padres y de los excelentes profesionales que hicieron su sueño realidad, la fecundación in vitro supone un horizonte de esperanza para millones de parejas que tienen problemas concebir un bebé de manera natural.

Pero hasta ese milagro de la vida se ve amenzazado por la contaminación atmosméfirca. Y es que una investigación presentada en el ‘1st International Symposium on diet, Lifestyle and Fertility’, organizado por el Grupo de Investigación en Infertilidad de Barcelona del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y de la Fundación Fertty, concluye que el incremento de un contaminante atmosférico, las partículas en suspensión, los 3 días antes de la transferencia de los embriones, hace crecer el riesgo de aborto o de no gestación.

Los resultados del trabajo, que forman parte de la tesis doctoral de la doctora Mireia González, demuestran que la exposición a partículas en suspensión durante los días previos a la implantación de los embriones a través de la fecundación in vitro tiene un efecto directo sobre su fracaso o la posibilidad de aborto. De hecho, del total de casos analizados, 486 transferencias embrionarias, se produjeron 215 gestaciones, de las cuales, solo la mitad evolucionaron en un embarazo.

No es un problema de la técnica, sino de las ciudades

El estudio tuvo en cuenta los niveles de contaminantes atmosféricos 15 días antes de la implantación, 3 días antes, el mismo día y 7 días después. Las pacientes que participaron tenían una media de edad de 37 años y los motivos más habituales de infertilidad eran la edad avanzada y la baja reserva ovárica, sin que hubiera diferencias en el tipo de protocolo de estimulación ovárica utilizado ni en la forma de fecundación.

"El incremento de las partículas en suspensión, sobre todo las más pequeñas (PM2,5), los 3 días previos a la transferencia y en el día de su realización se asocia de forma directa con un mayor riesgo de aborto y de no obtener la gestación. No se tiene que cambiar la técnica de realización de la fecundación in vitro, sino que hay que cambiar las ciudades en relación con la contaminación derivada de la combustión de los motores", concluye la doctora Mireia González.