Llamar a emergencias (112 ó 061) es lo primero que hay que hacer si una persona a nuestro lado se desploma y todo apunta a que ha dejado de respirar o su corazón deja de latir. Y, mientras llegan los servicios sanitarios, la RCP, reanimación cardio pulmonar, puede llegar a salvar al 70 % de las personas que entran en parada.

Saber hacer una RCP de la mejor manera no es fácil, pero sí sencillo, y es posible que con este vídeo del Servicio de Emergencias Sanitarias de Andalucía, tengas un poco más claros los pasos a seguir.

• Una vez que has llamado a emergencias, lo primero es asegurar que el lugar de los hechos no presenta peligro ni para ti, ni para la persona que necesita atención.
• Si no responde, no abandones a la víctima, y colócala en la posición de reanimación. Boca arriba, con los brazos y las piernas alineados sobre una superficie rígida y con el tórax al descubierto para evitar que nada agobie. Corta si es necesario la ropa.
• Para abrir la vía aérea debes colocar una mano sobre la frente y con la otra tira del mentón hacia arriba, para evitar que la lengua impida el paso del aire a los pulmones.
• Debes comprobar si la víctima respira normal manteniendo la vía aérea abierta. Si la víctima respira bien, colócala en posición lateral de seguridad (PLS), y comprueba que sigue respirando cada poco tiempo.
• Si la víctima no respira bien, habla con el 112 para que te vayan guiando, e inicia 30 compresiones torácicas en el centro del pecho. Una nano sobre otra, y aprietas con el hueso de la palma.
• Deberás realizar también dos insuflaciones con la vía aérea abierta y la nariz tapada. Si el aire no pasa en la primera insuflación, asegúrate de estar haciendo bien la maniobra frente - mentón y realiza la segunda insuflación, entre o no entre aire.
• Se deben alternar las compresiones con las insuflaciones en una secuencia de 30 compresiones y 2 insuflaciones, a un ritmo de 100 compresiones por minuto. Hay expertos que dicen la canción de La Macarena es muy útil en estos casos para llevar el ritmo.
• No pares hasta que lleguen los profesionales, o la persona afectada vuelva a respirar normal.