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Una novedosa estrategia terapéutica podría prolongar la vida de enfermos de ELA

Una investigación de la Universidad de Cádiz describe una nueva vía molecular clave para el desarrollo de una estrategia terapéutica que prolongue la vida de enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

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Una ardua labor de investigación de más de 12 años ha posibilitado que un grupo de investigadores de la Universidad de Cádiz (UCA), pertenecientes al grupo de Neurodegeneración y Neurorreparación, que dirige el catedrático Bernardo Moreno, haya descrito una nueva vía molecular que podría ser clave para el desarrollo de una novedosa estrategia terapéutica que prolongue la vida de enfermos de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).

El hallazgo se centra en el factor del transcripción SP1, una proteína que controla la expresión de P11 (otra proteína), que, a su vez, se une a los canales de potasio e impide que éste se exprese en la membrana plasmática.

Hemos demostrado que SP1 provoca un aumento en los niveles de P11, lo que dificulta que este canal de potasio se inserte en la membrana. La disminución de la cantidad de canal de potasio en membrana provoca a su vez que la célula se encuentre en un estado de hiperexcitabilidad. Este aumento en la excitabilidad hace que la célula sea más sensible a la muerte por un mecanismo denominado excitotoxicidad, que ocurre en multitud de enfermedades neurodegenerativas, entre ellas la ELA”, explica el profesor Moreno.

Por ello, los invetsigadores, cuyo trabajo ha sido publicado por la prestigiosa revista 'Nature Communications', plantearon la hipótesis de inhibir de alguna forma este proceso para “retrasar la muerte de las neuronas motoras y, por tanto, alargar la esperanza de vida de estos modelos de ELA”, algo que lograro en ensayos preclínicos.

Hablamos de una nueva estrategia terapéutica que, si consigue ser financiada y probada en ensayos clínicos, podría alargar la vida a los enfermos de ELA. Tenemos serias sospechas de que estos hallazgos realizados en modelos preclínicos podrían ser de aplicación en pacientes reales, pero no sólo para la ELA sino para otras patologías del sistema nervioso que se caractericen por presentar fenómenos de hiperexcitabilidad o excitotoxicidad neuronal, como, por ejemplo, Alzheimer, Parkinson, Huntington, ictus, traumatismos, etc.”, añade el catedrático de la UCA.

La esperanza se llama mitramicina A

Los investigadores utilizaron en los ensayos preclínicos la tecnología del ARN interferente para reducir los niveles de SP1 y P11 específicamente, aunque se trata un tipo de molécula que tiene una aplicación clínica muy limitada hasta el momento. La buena noticia es que encontraron una alternativa viable en la mitramicina A, “un agente quimioterapéutico, que se utiliza actualmente y que, por lo tanto, está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration: Administración de Medicamentos y Alimentos), validada en un modelo animal

“¿Eso qué quiere decir? Que hemos identificado un fármaco aprobado por la FDA para su uso en humanos, que puede ser probado directamente en pacientes con ELA, para determinar si es neuroprotector o no. La mitramicina A, en estudios paralelos con riluzol (principal tratamiento indicado para la ELA), obtuvo efectos beneficiosos similares a éste. Pero no sólo eso, la mitramicina A era efectiva a una dosis mil veces menor que el riluzol en ratones. Esto extrapolado a un tratamiento aplicado a pacientes, si llegara el caso, podría reducir unas 40 veces el coste del tratamiento”, comparte el doctor Bernardo Moreno, aunqueprimero “hay que corroborar todo esto en ensayos clínicos y contrastar que este fármaco, al menos, es igual de efectivo que el riluzol o puede incluso poseer un afecto beneficioso aditivo”.