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¿Jornada escolar continua o partida? Qué es mejor para niños y adolescentes

La Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) considera que la jornada escolar partida mejora el rendimiento ya que se adecúa mejor a los ritmos biológicos de los alumnos, sobre todo en adolescentes.

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Es un debate que cada cierto tiempo se pone encima de la mesa. De un tiempo a esta parte se ha estandarizado el horario escolar de jornada intensiva en una proporción muy elevada tanto en colegios públicos de Infantil y Primaria como en casi todos los institutos también. El criterio al que responde este hecho está muy relacionado con la conciliación de padres y profesorado pero pocas veces se reflexiona sobre las consecuencias para el alumnado.

La jornada discontinua, que durante mucho tiempo estuvo instaurada de manera generalizada, conlleva un horario aproximado de 9 a 12 y de 15 a 17 horas. Por su parte, la continua reorganiza este horario y lo concentra entre las 9 y las 14 horas, aunque los centros permanecen abiertos de igual forma hasta las 17 horas.

Posición clara

En este sentido, la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) ha elaborado un documento, basado en la evidencia científica disponible, que defiende la jornada escolar partida ya que mejora el rendimiento de los alumnos porque se adecúa mejor a sus ritmos biológicos favoreciendo el sueño y el rendimiento académico, sobre todo en el caso de los adolescentes. Una recomendación basada en la evidencia científica disponible que aporta algunas enseñanzas:

  • El respeto horario a los biorritmos mejora la calidad de vida de los alumnos, el rendimiento y el comportamiento,haciendo más eficiente el trabajo de los educadores.
  • La mejora del sueño en tiempo, ritmo y calidad mejora la vigilia del alumno, le permite mantener la atención y mejorar su conducta y rendimiento.
  • El comedor escolar es un arma irrenunciable para fomentar la igualdad en educación nutricional.
  • La realización de la comida del mediodía antes de las 14 horas y de la cena antes de las 21 horas tiene menor riesgo de exceso de peso y diabetes, a igualdad de ingesta calórica y de actividad física.
  • Los periodos prolongados de ayuno, especialmente en niños pequeños, no son adecuados.

Por todo ello, desde la Sociedad Valenciana de Pediatría (SVP) también ofrecen algunas recomendaciones sobre el horario:

  • Es adecuado retrasar la hora de inicio del horario escolar para favorecer el sueño y el rendimiento, sobre todo en el adolescente.
  • El cronorendimiento del escolar debe ser tenido en cuenta para la distribución de las asignaturas y el horario de los exámenes. Tener en cuenta los picos atencionales que se producen a media mañana y en horario de tarde.
  • Es conveniente no retrasar el horario de la comida del mediodía. El comedor escolar, con implicación de toda la comunidad escolar, debe ser considerado un elemento educativo transcendente, especialmente en la situación actual de obesidad infantil epidémica, que sirva como correa de transmisión para las familias y la sociedad en su conjunto.

Todo parece indicar la conveniencia de un horario escolar de inicio entre las 08:30-09:00 horas según las edades, con una distribución de materias en función de los momentos de mayor atención del alumnado, con respeto a los ritmos derivados de la crononutrición, favoreciendo la comida de mediodía en horario de 13 a 14 horas y finalizando la actividad escolar alrededor de las 16:30 horas”, concluyen los pediatras valencianos.