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SALUD VISUAL

Alimentos y nutrientes básicos en la dieta para tener una buena salud ocular

Cataratas, ojo seco, glaucoma, retinopatía diabética, oclusiones vasculares retinianas y degeneración macular asociada a la edad (DMAE) son patologías que dependen de factores diversos como la dieta.

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Al hablar de una dieta equilibrada y saludable que incluya alimentos con un alto valor nutricional beneficiosos para nuestro organismo, solemos pensar en la prevención de enfermedades como la diabetes, la obesidad o la hipertensión arterial, entre otras, pero quizá no reparamos en la importancia de una buena alimentación para la salud de nuestros ojos.

Una dieta adecuada y unos hábitos de vida saludables resultan imprescindibles para promover la salud ocular y retrasar el inicio o la progresión de algunas enfermedades como cataratas, ojo seco, glaucoma, retinopatía diabética, oclusiones vasculares retinianas y degeneración macular asociada a la edad (DMAE), todas ellas de gran prevalencia.

“Diversas investigaciones realizadas en nuestra Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO) y en otros centros han demostrado que los antioxidantes y determinados nutrientes pueden reducir el riesgo de desarrollar patologías oculares asociadas a la edad e incluso retrasar su progresión”, explica el Profesor Luis Fernández-Vega Sanz, director médico del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV) de Oviedo.

“Los nutrientes son los compuestos contenidos en los alimentos indispensables para la actividad metabólica de nuestras células. En ocasiones, y siempre bajo la supervisión del oftalmólogo, se pueden prescribir suplementos nutricionales que complementen una alimentación equilibrada, aunque cada caso debe evaluarse con cautela ya que existen riesgos para el paciente”, añade.

Alimentos y nutrientes básicos para la salud visual

  • El consumo de vitaminas C y E, otros antioxidantes y minerales como el zinc pueden reducir la progresión de la DMAE. Cuando el riesgo de progresión a formas avanzadas de la DMAE es alto se aconseja un tratamiento combinado con vitaminas antioxidantes (vitamina C y E y betacarotenos) y minerales (zinc y cobre) en forma de suplementos nutricionales.
  • La vitamina D, esencial para el metabolismo y la absorción del calcio, también se ha asociado con un menor riesgo de desarrollar DMAE. Entre otros alimentos, está presente en salmón, sardinas, caballa, leche, setas y zumo de naranja.
  • La utilización de ácidos grasos y Omega-3 unido a vitaminas C y E previene el riesgo de progresión de la DMAE. Otras moléculas parecidas a las vitaminas como la coenzima Q10 actúan como importante factor antioxidante y neuroprotector en diferentes patologías retinianas y de nervio óptico.
  • También las nueces y otros frutos secos, el aceite de oliva y otros alimentos ricos en vitamina E, en combinación con nutrientes como los carotenoides, son elementos de la dieta que pueden reducir el riesgo de desarrollar la forma avanzada de DMAE, además de las cataratas.
  • La vitamina A, presente en las verduras de color oscuro, amarillo, anaranjado o rojo, el hígado, los huevos y la leche, es una molécula importante para la salud visual, y puede prevenir las cataratas y el ojo seco. Concretamente, destacan diversos estudios que subrayan el posible efecto beneficioso de la suplementación con vitamina A (así como la luteína y los betacarotenos) frente a la progresión de la retinitis pigmentosa, aunque se requieren mayores evidencias que confirmen estas observaciones.
  • La luteína y zeaxantina son antioxidantes que pueden mejorar los síntomas del ojo seco y junto con otros nutrientes pueden ralentizar la progresión hacia fases avanzadas de la DMAE. Se encuentran en frutas y verduras, pero a mayor concentración en espinacas, coles, calabaza, pistachos, brécol, maíz, naranja y yema de huevo.
  • Por otro lado, el consumo de ácidos grasos poliinsaturados, en los cuales son ricos pescados como el salmón y las sardinas, y ciertos alimentos de origen vegetal (aceite de soja, nueces y semillas de linaza) es una pauta nutricional que puede ayudar a prevenir el ojo seco y reducir significativamente el riesgo de desarrollar retinopatía diabética.

Flavonoides, zinc y selenio

  • Varios estudios científicos han descrito los efectos antimicrobianos y anticancerígenos de los flavonoides, que pueden contribuir a la disminución del riesgo de enfermedades cardiovasculares. En el ojo pueden ayudar a proteger o retardar la aparición de las cataratas y la degeneración macular. Los flavonoides se encuentran en el té, el vino tinto, los cítricos, los arándanos, las legumbres y la soja, entre otros alimentos.
  • El zinc y el selenio son unos elementos esenciales que pueden contribuir a detener la progresión de la DMAE. Además, el zinc tiene efectos beneficiosos sobre el glaucoma y las cataratas y se encuentra en casi todos los alimentos, si bien destacan las ostras, la carne de ternera, el pavo y los cacahuetes.
  • Por su parte, el selenio es un elemento esencial u oligoelemento con propiedades antioxidantes, fundamental para la actividad celular, y que en combinación con carotenoides y vitaminas C y E puede reducir el riesgo de progresión de la DMAE a su forma avanzada y por sí solo puede desempeñar un papel protector durante la proliferación de la retinopatía diabética. Se encuentra en multitud de alimentos, entre ellos marisco, nueces, huevos, productos lácteos o cereales.

Riesgos de ciertos suplementos nutricionales

Sin embargo, según indican los especialistas del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV) de Oviedo, deben evaluarse los riegos de administrar suplementos nutricionales según la dosis y el paciente. Por ejemplo, en pacientes fumadores o exfumadores (menos de 8 años de cese del consumo) no deben administrarse complejos vitamínicos con betacarotenos ya que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón.

Además, la vitamina E aumenta el riesgo de fallo cardíaco en pacientes con enfermedades vasculares y el zinc puede producir enteropatía. De igual forma, aún existen limitadas evidencias acerca de los efectos beneficiosos de los suplementos nutricionales, por lo que se recomienda una dieta equilibrada y saludable.