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DÍA INTERNACIONAL

Hepatitis C: 132.851 pacientes se han beneficiado del tratamiento en los últimos 4 años

Entre enero de 2015 y julio de 2019 en España se han tratado con antivirales de acción directa a 132.851 pacientes con hepatitis C con una efectividad terapéutica del 95,7 por ciento.

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El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social se ha marcado como objetivo eliminar las hepatitis víricas como problema de salud pública en el año 2030. Para conseguir dicho objetivo se están llevando a cabo diversas acciones en el ámbito de la prevención y del acceso equitativo al tratamiento, dentro del Plan Estratégico de Abordaje de la Hepatitis C (PEAHC), alineado con la Estrategia Mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas (2016-2021).

Desde la puesta en marcha en 2015 del Plan Estratégico Nacional para el tratamiento de la Hepatitis C, en España se ha tratado con antivirales de acción directa a 132.851 pacientes, y se ha obtenido un efectividad terapéutica del 95,7 por ciento, según los datos compartidos por el Ministerio de Sanidad con motivo del Día Internacional contra esta enfermedad.

Actualmente en la población general, se estima que el nivel de prevalencia es bajo. Así, en las personas de 20 a 80 años la prevalencia de anticuerpos frente al virus de la hepatitis C es de 0,85% y la prevalencia de infección activa de 0,22%. Un 29,4% de las personas con infección activa no estaban diagnosticadas a finales de 2017, lo que constituye uno de los principales problemas a abordar ya que lograr acceder al diagnóstico y tratamiento en los colectivos de mayor riesgo es vital para eliminar esta enfermedad, aún sin vacuna.

El hígado es el principal órgano afectado por la hepatitis C. El cáncer y la cirrosis, que provoca otro tipo de complicaciones como ictericia o hemorragias por varices que puede condicionar la necesidad de un trasplante como tratamiento final, son los principales problemas de salud asociados. El diagnóstico es sencillo ya que a través de un análisis de sangre se detecta la presencia de anticuerpos de hepatitis y se determina si hay carga viral.

Prevención

La prevención es, por tanto, clave en el abordaje de la infección. Por ello, es importante seguir insistiendo en las campañas de sensibilización, programas de reducción de daños, así como en la revisión de las normas de los centros de estética, tatuajes, piercing y micropigmentación. También es básico mejorar el conocimiento sobre el diagnóstico tardío así como reforzar el diagnóstico precoz.

¿Cuáles son las vías de transmisión?

La infección por virus de la hepatitis C afecta a personas que han estado expuestas a transfusiones de sangre, uso de hemoderivados y trasplantes de órganos de donantes con virus de la hepatitis C realizados antes de la detección sistemática del virus, así como a otras intervenciones realizadas sin medidas de control adecuadas. Además, otra de las principales vías de transmisión es el uso compartido de materiales de inyección de drogas con personas con infección por virus de la hepatitis C.

Población de riesgo

  • Se recomienda que las personas que hayan consumido drogas esnifadas o inyectadas o recibido productos sanguíneos antes de 1990 se hagan la correspondiente prueba.
  • También deberían hacérsela quienes se hayan sometido a intervenciones sanitarias, tatuajes o piercings sin el correspondiente control o que hayan mantenido relaciones sexuales de riesgo.
  • Tampoco se deben olvidar aquellos pacientes en hemodiálisis o con infección por el virus de la inmunodeficiencia humana o el virus de la hepatitis B y las personas internas en centros penitenciarios.
  • De igual forma, el personal sanitario expuesto a procedimientos que supongan riesgos biológicos, debe sopesar la necesidad de solicitar la prueba.