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Combinar dieta y ejercicio físico podría ser perjudicial para los huesos

Una investigación en ratones muestra que los huesos se ven afectados negativamente por la restricción calórica, y particularmente por su combinación con el ejercicio físico.

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Un nuevo estudio a cargo de expertos de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), publicado en el ‘Journal of Bone and Mineral Research’, muestra que los huesos de los mamíferos se ven afectados negativamente por la restricción calórica, y particularmente por su combinación con ejercicio físico.

Estos hallazgos fueron una sorpresa para nosotros. Estudios anteriores en ratones nos han demostrado que el ejercicio combinado con una dieta normal en calorías, e incluso una dieta alta en calorías, es bueno para la salud ósea. Ahora estamos aprendiendo que esto no es cierto para el ejercicio junto con una dieta restringida en calorías”, explica Maya Styner, profesora en la Facultad de Medicina de la UNC y principal autora del estudio.

La investigación liderada por Styner se centró en la grasa en la médula ósea de ratones. Aunque la grasa en el hueso es poco conocida, se cree que es perjudicial para los huesos de los mamíferos, incluidos los humanos, porque debilita los huesos. Menos grasa suele ser indicativo de una mejor salud ósea.

Estudios previos conducidos por la propia Styner han analizado los efectos del consumo de calorías en la grasa de la médula ósea, junto con el papel que desempeña el ejercicio. La investigadora descubrió que en la obesidad causada por el exceso de calorías, aumenta la cantidad de grasa de la médula ósea. Pero el ejercicio en ratones obesos y de peso normal disminuyó la grasa de la médula ósea y mejoró la densidad de los huesos.

Cuatro grupos a estudio

La reciente investigación analizó lo que sucede con la grasa de la médula ósea y la salud general de los huesos al restringir las calorías. Había cuatro grupos de ratones en total: un grupo con una dieta normal, un grupo con una dieta restringida en calorías, un grupo con una dieta regular que hacía ejercicio y un grupo con restricción calórica que hacía ejercicio. Los ratones del grupo de restricción calórica comieron un 30 por ciento menos de lo que comieron los ratones de la dieta normal.

Los investigadores descubrieron que los ratones en el grupo de la dieta restrictiva perdieron peso, pero también tuvieron un aumento en la grasa de la médula ósea. "Esta fue una restricción calórica leve, y encontramos un aumento significativo de grasa en la médula ósea. Este grupo también tuvo una disminución en la cantidad de hueso debido a la menor cantidad de calorías", explica Styner.

Cuando se introdujo el ejercicio en este grupo, la grasa de la médula ósea disminuyó como lo había hecho en estudios anteriores, pero la cantidad y calidad general del hueso también disminuyeron. En lugar de hacer que los huesos sean más robustos, el ejercicio los hizo más frágiles cuando se combinó con la restricción calórica.

Riesgo de fractura en humanos

“Si atendemmos a los resultados desde una perspectiva humana, incluso una dieta baja en calorías que sea muy saludable desde el punto de vista nutricional, puede tener efectos negativos en la salud ósea, especialmente en combinación con el ejercicio. Esto es importante para las mujeres porque, a medida que envejecen, la salud ósea comienza a disminuir naturalmente. Su ingesta de calorías y su rutina de ejercicio pueden tener un gran impacto en la fortaleza de sus huesos y su riesgo de fractura o fractura", concluye Styner.