Deporte y Vida

EJERCICIO FÍSICO

Así modifica el ejercicio físico el corazón: el ejemplo de nadadores y corredores

Después de años de entrenamiento, el corazón de los corredores puede funcionar de manera más eficiente que el de otros deportistas, aunque el beneficio cardiovascular de la actividad física es común a todos.

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Charlie Crowhurst Getty Images

El ejercicio físico produce una serie de adaptaciones beneficiosas para el sistema cardiovascular y es capaz de modificar el corazón, lo que repercute en la mejora de la capacidad funcional, no sólo en el rendimiento deportivo, sino también en las actividades de la vida cotidiana porque ayuda a disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular, sobre todo de cardiopatía isquémica.

Las principales adaptaciones que se producen a nivel funcional y morfológico hacen referencia al enlentecimiento de la frecuencia cardíaca, al aumento de las cavidades cardíacas, a un ligero engrosamiento de los espesores de las paredes del corazón, a la mejora de la función sistólica y diastólica, y mejora de la vascularización, tanto del miocardio como de la musculatura activa periférica. Aspectos todos ellos que aportan indudables beneficios para la salud.

Corredores vs. nadadores

Ahora, un estudio de la Universidad de Guelph (Canadá), publicado en 'Frontiers in Physiology' y del que se ha hecho eco el 'New York Times', permite profundizar un poco más en esos cambios al comparar la función del corazón en 32 deportistas de élite, 16 corredores y nadadores, que compiten a nivel olímpico o internacional.

Y la primera gran conclusión es que el corazón de los deportistas gozaba de una salud enviadiable ya que, entre otras cosas apenas superaban los 50 latidos por segundo, siendo un poco más lento en los corredores que en los nadadores, aunque la distancia de ambos con respecto a personas sedentarias se disparaba notablemente. Al igual que el tamaño y la eficacia del ventrículo izquierdo, responsable de la cantidad de oxigeno enviada a los los músculos en pleno esfuerzo, considerablemente mayor en este caso.

Y a la hora de comparar directamente el corazón de corredores y nadadores, aspecto muy interesante debido a que se trata de dos ejercicios sustancialmente diferentes, los ventrículos izquierdos de ambos se llenaban con sangre antes que el promedio y se contraían más rápido con cada latido, pero esos cambios eran mayores en los corredores, lo que en teoría permite que la sangre fluya hacia y desde los corazones de los corredores más rápido.

El corazón de los corredores se adapta al tipo de ejercicio físico.

Sin embargo, esto no explica necesariamente que el corazón de corredores funcione mejor que el de nadadores. Simplemente se le pide más. Como hemos comentado antes, se trata de dos tipos de ejercicios diferentes a la hora de ejecutarse y la postura es determinante. En el caso de los nadadores, sus corazones no necesitan luchar contra la gravedad para que la sangre regrese al órgano por lo que sus corazones se transforman en la medida de las exigencias del deporte.

Importantes implicaciones

Sea como fuere, la investigación, que fue realizada con los deportistas en reposo, adquiere una especial relevancia porque podría llevar, en futuros estudios, a determinar qué tipo de ejercicio es mejor en función de las circunstancias de cada persona.

Pero mientras se llega a una conclusión más esclarecedora, lo cierto es que podemos decir sin miedo a equivocarnos que el el corazón de los deportistas mostró un mejor funcionamiento que el de personas sedentarias. Por lo que en general, y de esto sí estamos seguros, el ejercicio físico, independientemente del nivel de exigencia, es bueno para nuestro corazón. Y para la salud.