Cuando se trata de seguridad y ser prevenidos en salud nada es un elemento superfluo. Cuando se va en moto el casco permite la entrada del aire, y en ocasiones llega a ser muy molesto, no sólo físicamente, sino que llega a doler la cabeza. Y puedes empezar a perder audición.

Pero hay más, el zumbido del aire se puede quedar durante horas; si vas por carreteras estatales el ruido es muy molesto; si la calzada es antigua te afecta más, y no sólo a nivel externo, sino también de dolores de cabeza y salud a largo plazo.

Tapones para evitar la sordera

Verás a los pilotos profesionales con los tapones, y es otro elemento más de seguridad. El ruido llega a ser ensordecedor y afecta a uno de los órganos más sensibles que tenemos, el oído, puediendo en el medio y largo plazo perder audición.

Aunque lleves tapones porosos por salud, es posible que te puedan multar. De la misma manera que si llevas unos mini cascos para escuchar música, aunque sea sólo uno para estar atento al a conducción; o lleves un intercomunicador, para hablar con otros compañeros de ruta.

Lo que dice la ley

El Reglamento General de la Circulación en su artículo 17 exige al conductor de un vehículo o automóvil estar en todo momento en condiciones de controlarlo. Asimismo, en el artículo 18, le obliga a mantener atención permanente a la conducción con el fin de garantizar su propia seguridad y la del resto de usuarios de la vía por la que circula.

Por otro lado, el Reglamento General de Conductores en su artículo 43, que regula las pruebas de aptitud para conseguir una autorización administrativa para conducir, señala que todo conductor de vehículo de motor o ciclomotores debe poseer y conservar en todo momento, para conducir con seguridad, las aptitudes psicofísicas y conocimientos necesarios, habilidades, aptitudes y comportamientos que le permitan, entre otros fines, manejar de forma adecuada el vehículo y sus mandos para no comprometer la seguridad vial.

Para evitar la multa, y los problemas auditivos, lo más recomendable es que pares a menudo, no sólo para estirar las piernas, sino para que oídos y cabeza descansen, y evitar que el molesto zumbido se alargue más de lo debido.