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Los deportistas de élite son especiales: tienen una bacteria diferente

Según un estudio publicado en 'Nature Medicine', una bacteria del género veillonella hallada en el microbioma de los deportistas de elite contribuiría a mejorar la capacidad de ejercicio, y no se encuentra en las personas sedentarias.

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La ciencia no deja de poner luz sobre lo diferentes que somos las personas normales de los deportistas de élite. Siempre se ha visto que tenían algo más, eran más especiales, ahora tenemos una certeza de que se algo era una bacteria del microbioma.

Según un estudio publicado en la revista 'Nature Medicine' demuestra que al observar más de cerca las bacterias, los investigadores del Centro de Diabetes Joslin determinaron que la 'Veillonella' metaboliza el ácido láctico producido por el ejercicio y lo convierte en propionato, un ácido graso de cadena corta. El cuerpo humano utiliza ese propionato para mejorar la capacidad de ejercicio.

Diferencias entre deportistas de élite y el resto de personas

El trabajo comenzó en el año 2015 con muestras fecales de corredores de la maratón de Boston. Jonathan Scheiman, investigador en el laboratorio de George Church, en la Escuela de Medicina de Harvard, recolectó muestras durante un período de tiempo de una semana antes de la Maratón a una semana después de la misma.También recogió muestras de individuos sedentarios.

"Una de las cosas que llamó nuestra atención fue este organismo único, Veillonella, que se enriqueció claramente en abundancia inmediatamente después de la maratón. La bacteria Veillonella también tiene una mayor abundancia en los corredores de una maratón que en individuos sedentarios", dice el doctor Kostic.

Probióticos para sedentarios

A raiz de este estudio, se habla ya de que dado que muchas personas con trastornos metabólicos no pueden hacer ejercicio al nivel necesario para obtener unos beneficios concretos, se podría complementar su microbioma con una cápsula de probióticos que contenga Veillonella, lo que tal vez podría darles el impulso que necesitan para realizar un entrenamiento.

En ratones ha funcionado, y ahora plantean si las enzimas asociadas con la conversión del ácido láctico en propionato de ácido graso de cadena corta tienen repercusión después del ejercicio. Una nueva información que tienen los deportistas y que les puede llevar a querer conocer más de cómo su cuerpo también juega a su favor y les permite ese plus que en la élite se necesita.