En el mundo de las Artes Marciales Mixtas (MMA), hay una enorme variedad de campenatos, el UFC (Ultimate Fighting Championship) es el más conocido, de categorías, divididas por peso, y de luchadores, por lo que no es de extrañar encontrarse con algunos que destaquen sobre el resto por su constitución física. Es el caso del surcoreano Choi Hong-Man, un gigante de 2,18 metros y 160 kilos que, a sus 38 años, ya tiene una dilatada carrera a sus espaldas.

Apodado como el gigante o el coloso, Choi Hong-Man ha coqueteado con diferentes disciplinas a lo largo de su trayectoria. En 2003, llegó a competir en la lucha tradicional coreana (Ssireum), en 2005 pasó a competir en Kickboxig (K1) y de ahí dio el salto a las Artes Marciales Mixtas, donde sus resultados han sido dispares.

Derrota fulgurante

Y es que, a diferencia de lo que se podría pensar sobre un luchador de semejantes dimensiones, el tamaño no es sinónimo de éxito. Nada más lejos de la realidad. Hay aspectos mucho más determinantes a la hora de combatir. De hecho, su última derrota, acontecida recientemente en Seúl, es prueba de ello.

La pelea que le enfrentó a David Myhajlov, enmarcada dentro del Angel’s Fighting Championship (AFC) y celebrada en el estadio KBS Arena de la capital surcoreana, será recordada por su brevedad. Y es que el húngaro, de 1,95 metros y 110 kilos de peso, tardó apenas 50 segundos en noquear a Choi Hong-Man para desgracia del respetable, que contempló con estupor cómo el gigante coreano, ídolo local, besaba la lona cuando muchos todavía no se habían sentado en su localidad.

Muy por encima de la media nacional

El caso de Choi Hong-Man también sorprende si tenemos en cuenta que la altura media de los hombres en Corea del Sur se sitúa en 1,74 metros, aunque se trata de uno de los países en los que más ha crecido en el último siglo: unos 15 centímetros en hombres y 20 en mujeres. Unos datos que sitúan al país asiático no tan lejos de España, donde la altura media de la población masculina es de 1,76 metros. En mujeres la cosa está más pareja ya que solo un centímetro separa a las españolas (1,63) de las coreanas (1,62).