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PSICOLOGÍA

La discriminación racial podría aumentar el riesgo de enfermedad crónica

Más allá de las consecuencias psicológicas en personas que sufren racismo, una investigación ha descubierto que dichos episodios pueden aumentar la inflamación y el riesgo de sufrir enfermedades.

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as.com

Una investigación a cargo de expertos de las universidades del Sur de California (USC) y de UCLA, concluye que el racismo es tóxico para quienes lo padecen más allá de las implicaciones psicológicas. Y es que las experiencias racistas parecen aumentar la inflamación en individuos afroamericanos, lo que aumenta el riesgo de enfermedad crónica.

"Sabemos que la discriminación está vinculada a la salud, pero nadie estaba seguro de cómo se veía afectada. Pero la discriminación racial parece desencadenar una respuesta inflamatoria entre los afroamericanos a nivel celular", asegura April Thames, profesora psicología y psiquiatría de la USC, que indica que la supervivencia de todos los seres vivos depende de su capacidad para responder a infecciones, estrés y lesiones.

Dichas amenazas desencadenan una respuesta del sistema inmunológico para defenderse de patógenos y reparar tejidos dañados. Un grupo selecto de genes es clave para este mecanismo de defensa, y la inflamación es una señal de que esos genes están trabajando para contrarrestar la amenaza o reparar el daño”, añade.

El problema viene dado cuando la activación de esos genes se prolonga en el tiempo. "Si esos genes permanecen activos durante un período prolongado de tiempo, puede promover ataques cardíacos, enfermedades neurodegenerativas y cáncer metastásico. Habíamos visto esto antes en la soledad crónica, la pobreza, el trastorno de estrés postraumático y otros tipos de adversidad, pero no se había asociado al racismo", alerta Steve Cole, profesor de la de UCLA y coautor del estudio.

Niveles más altos de inflamación

La investigación, publicada en la revista 'Psychoneuroendocrinology', tuvo en cuenta los datos de un grupo de 71 sujetos: dos tercios de ellos eran afroamericanos y los otros, blancos y el equipo de expertos encontró niveles más altos de las moléculas inflamatorias en los participantes afroamericanos.

"La discriminación racial es un tipo diferente de estrés crónico al que supone la pobreza. Las personas que viven en situación de pobreza son conscientes de ello e incluso tienen mecanismos para abordar los estresores financieros con cambios de trabajo, cambios en los ingresos y gestión financiera. Pero con la discriminación es más complicado porque no puedes cambiar el color de tu piel", concluye April Thames.