La ausencia de lluvia empieza a ser un problema serio en las grandes ciudades, donde la contaminación se mantiene. Las alergias primaverales se ven alteradas, afectando más a la población, y no sólo Madrid ha activado el protocolo de contaminación, ciudades como Murcia (en la imagen), también han tenido que dar la voz de alarma.

Es por ello que las irritaciones y el envejecimiento prematuro que provoca la contaminación, así como aumento de los casos de asma, sensibilidad, picor de ojos... esté a la orden del día. Te contamos cómo actuar y cómo afecta a nuestra salud la alta contaminación que padecemos.

La piel es la principal perjudicada por la contaminación

"Uno de los agresores más persistentes de nuestra piel es la polución. Hablar de polución muchas veces nos lleva a pensar en las grandes ciudades y en su tráfico. Pero tenemos que ser conscientes de que no sólo el aire exterior nos perjudica, incluso el aire del interior de nuestra casa en muchas ocasiones está más contaminado que el del exterior. Nuestra piel es vulnerable en todo momento y no somos lo suficientemente conscientes de ello", afirma Flora González, periodista, responsable de la sección El Tiempo en Mediaset, y colaboradora de Clinique.

El reciente estudio de la EPA (Agencia americana de Protección del Medio Ambiente) desvela que la mayoría de los productos de limpieza que se utilizan en el hogar contienen ingredientes capaces de dañar ecosistemas e, incluso, la salud de los seres humanos. De hecho, hoy en día existen entre 120.000 y 150.000 sustancias químicas sintéticas con las que convivimos a diario. Se ha demostrado que exponerse a dosis muy pequeñas de forma prolongada en el tiempo no sólo no es bueno, sino que llega a resultar peligroso para nuestra salud.

Cómo nos afecta la calidad del aire

“El índice de calidad del aire (ICA) es un marcador general de la calidad del aire que respiramos. Con él, se identifican los contaminantes concretos de un lugar, los posibles efectos sobre la salud humana y recomienda unas pautas para evitar la exposición a estos agentes nocivos. Este indicador, tiene en cuenta los principales contaminantes de las ciudades como: partículas en suspensión, dióxido de azufre, ozono, dióxido de nitrógeno o dióxido de carbono", cuenta González.

“Desde los Laboratorios de Clinique, se ha analizado el impacto de la contaminación en la piel y podemos afirmar que es tanto inmediato (deshidratación, opacidad, y textura rugosa de la piel) como a largo plazo, haciendo que la piel se vea envejecida de manera prematura (manchas, líneas de expresión y arrugas). La polución nos rodea sin saberlo, y sin verlo, y afecta a la piel como puede hacerlo la exposición solar, oxidándola y tocando así a todas sus capas, provocando, desde una irritación superficial, a una destrucción de las células de la dermis en mayor profundidad. Por eso es tan importante utilizar un cosmético aliado tanto por las mañanas, antes de salir de casa, como por las noches, para protegernos también en casa además de reparar esa barrera natural de nuestra piel", añade.

La contaminación afecta a nuestro desarrollo

“El problema es mucho más grave de lo que imaginamos. En una de las recientes investigaciones del departamento de Salud de la Población de la Facultad de Medicina de Dell, en Estados Unidos, se asegura que la contaminación del aire, por partículas en suspensión, acorta sustancialmente las vidas en todo el mundo. Se refieren a las partículas en suspensión 2.5, un agente tan minúsculo que se puede colar con facilidad por los poros de nuestra piel, además de por las vías respiratorias. Pero no solo eso, hay estudios que relacionan directamente la contaminación con la reducción de la inteligencia, al afectar estas partículas también al cerebro y por tanto al rendimiento cognitivo.”

La importancia de las zonas verdes

No es que sean importantes las zonas verdes, es que deberían protegerse con mayor cuidado y pensar en ampliar las zonas, aunque dificulten en ocasiones el desarrollo de las ciudades. Las zonas verdes ayudan no sólo a disminuir la contaminación de una ciudad, sino que ayudan en nuestro desarrollo mental.

“Los árboles de Madrid (5,7 millones) captan 673 toneladas de contaminantes al año. La vegetación evita más de 3.600 casos de asma y 4.000 síntomas respiratorios agudos, según un estudio del Ayuntamiento. Su efecto como sumidero de carbono, la producción de oxígeno y el ahorro en Sanidad por los beneficios de un aire más limpio: el acopio de carbono equivale a las emisiones anuales de 62.775 coches, ó 25.718 casas unifamiliares, el de dióxido de nitrógeno a 6.950 vehículos ó 3.131 viviendas", finaliza Flora González.