Mejorar el estilo de vida a través de la modificación de determinados hábitos es recomendable en términos de salud. Pero en ocasiones no somos conscientes de que algo puede no ir del todo bien y es necesario tener la certeza. De ahí que sea necesario que, sobre todo a determinadas edades o con ciertos antecedentes, nos planteemos la posibilidad de pasar una revisión médica relativamente exhaustiva.

“A partir de los 40-45 años, o con anterioridad si existe algún síntoma o patología previa, es recomendable realizarse un chequeo para evaluar el estado de salud general y analizar posibles riesgos. De este modo se pueden establecer pautas preventivas o corregir hábitos para obtener una mejor calidad de vida”, explica la doctora Cecilia Almuiña Tojo, directora de International Medical Institute de Vithas Internacional, que añade que los chequeos “permiten prevenir la aparición de enfermedades o, en caso de que existan, detectarlas de forma precoz, de modo que podamos actuar con rapidez y eficacia”.

Pruebas de un chequeo médico

En cuaqluier caso es el médico personal o de cabecera el que determinará la necesidad de llevar a cabo la revisión médica en función de la edad, del sexo, de los antecedentes o de la existencia de determinados síntomas. No obstante, de forma general las pruebas básicas a realizar son:

· Exploración médica completa.

· Biometría.

· Analítica completa de sangre, orina y test de sangre oculta en heces.

· Radiografía de tórax.

· Ecografía abdominal.

· Estudio cardiológico con ecocardiograma, electrocardiograma y prueba de esfuerzo.

· Estudio oftalmológico.

· Estudio otorrinolaringológico.

· En el caso de las mujeres se realizará un estudio ginecológico, incluyendo una mamografía,

· En el caso de los hombres, a partir de los 50 años (de los 40 años si existen antecedentes) se realizará una revisión urológica.