Deporte y Vida

SPEED SKI

Superar los 231 km/h sobre unos esquíes es posible

Entrevistamos a Jan Farrell, quien arranca el Mundial de Speed Ski en Finlancia y aspira a no sólo conseguir el Globo de Cristal, sino superar una marca histórica.

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jan farrell
Jan Farrell

Cuando viajamos a Sevilla a ver cómo era la preparación física para el Mundial de Speed Ski aún nos parecía lejano el mes de febrero, pero en unas horas arranca en Salla (un lugar casi en medio de la nada), en Finlandia, el Mundial donde Jan Farrell tiene más opciones de batir sus propias marcas.

Y es que esquiar a más de 231 km/h es posible. Se tienen que dar las condiciones no sólo metereológicas, sino también mentales y físicas. Y es esta parte la que lleva con matrícula de honor gracias a Alejandro Muñoz, preparador físico que ha modificado hábitos, entrenamientos, incluso alimentación, para que 2019 sea el Mundial de Farrell.

Speed Ski, el deporte no motorizado más rápido del mundo

No sólo eso, toda la preparación, métricas, estudios, máquinas empleadas... formarán parte de una documentación que será para todos los públicos, aunque tal vez pueda perjudicar a Farrell, pero todo el trabajo ha merecido la pena. Y es que en el Speed Ski casi todo está por escribir.

Quedamos con Farrell y su equipo antes de que comenzara el Mundial, queremos conocer los avances, los últimos entrenamientos, los últimos consejos... y asegurarnos de que su optimismo sigue intacto. Efectivamente, el 2019 promete.

El plan de entrenamiento en la etapa final de pre temporada

Alejandro Muñoz ha supervisado toda la preparación física de Jan Farrell para el Mundial 2019.

"En estas últimas semanas hemos ido subiendo la carga de entrenamiento de fuerza en cuanto a peso absoluto, incluso llegando a realizar sesiones de entrenamiento isométricas, que son las que pueden provocar la máxima expresión de fuerza en una persona, y a la vez son esfuerzos muy similares a los que ha ido realizando en competición", nos cuenta a Deporte y Vida Alejandro Muñoz.

"No hemos dejado de seguir readaptando cargas y tensiones en base a los test como la tensiomiografía, con lo que las sesiones compensatorias se han mantenido y se mantendrán hasta que termine la competición. En cuanto a la capacidad de resistencia, los esfuerzos han pasado a ser predominantemente muy muy intensos y de una duración similar a la competición (en torno a 15 segundos).

Las pautas alimenticias para los días de competición

"Durante un día de competición estoy muchas horas sin comer por lo que procuro desayunar fuerte y alimentos de liberación lenta de energía como pueden ser grasas y carbohidratos complejos. Luego, entre manga y manga intento comer frutos secos y mantenerme bien hidratado", explica Farrell.

"Procuro evitar cafeína en grandes cantidades, más allá de un café por la mañana, para tratar de bajar las pistas lo más relajado y preciso posible.Por supuesto también evitamos bebidas alcohólicas el día antes de competir o cualquier otro alimento o bebida que pueda afectar a nuestra recuperación física", añade Jan.

Material deportivo para entrenar en el hotel, (o en la pista)

"Jan viaja con material inestable (bosu y fitball), bandas elásticas (debido a la imposibilidad de encontrar gimnasio en muchas zonas) y la kBox. Respecto a esta última, es una máquina isoinercial de tecnología flywheel que está demostrado provoca mayores niveles de fuerza que un peso libre y además consigue hacer más énfasis en la parte excéntrica o frenado del movimiento, también muy importante en su deporte", nos cuenta el preparador físico.

"En concreto, Jan realizará sentadillas en esta máquina la noche previa a la competición para buscar lo que conocemos en deporte como un efecto de potenciación post-activación, es decir, mejorar su predisposición a ejercer fuerza durante la competición", añade.

La parte psicológica, clave

Jan ha seguido optimizando su rendimiento mental de cara a obtener el máximo potencial psicológico necesario en cada descenso, y para ello ha contado con la colaboración del doctor Ricardo de la Vega, referencia en esta área y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid: “El perfil psicológico de Jan, tanto cognitivo, como emocional, psicofisiológico y motivacional, es óptimo y se corresponde con el que se necesita para lograr las más altas cotas en el terreno del deporte de alto nivel”.

Pese a todo, no deja de estar en su mente su caída en Vars a 216 km/h. Aunque si esta parte pesa, cada vez menos, ya que su meta está puesta en abril, en la bajada en Grandvalira, en Andorra, donde su hija cumplirá un año: y sueña con llevarle el Globo de Cristal.