Finales de la NBA. 2014. San Antonio Spurs barre del mapa a Miami Heat en 5 partidos (4-1) y Lebron James sufre episodios severos de calambres a lo largo de la serie. El de Akron (Ohio), que precisamente no había llegado a esa pretemporada en la mejor forma posible tras proclamarse campeón con Miami en 2013 y casarse ese verano con su novia de toda la vida, Savannah Brinson, supo al verse sometido por los Spurs que necesitaba buscar nuevas formas de mejorar su dieta, estado físico y recuperación.

Mike Mancias, su entrenador personal, se dio cuenta de que en el mercado no existían productos nutricionales que se adecuaran a las necesidades de su pupilo y trabajó con un laboratorio privado para crear una proteína en polvo personalizada y formulada específicamente para uso exclusivo de Lebron James. Esa fue la génesis de Ladder, protagonista de esta historia.

Arnold Schwarzenegger

En 2016, Arnold Schwarzenegger se encontró en la misma tesitura después de finiquitar una breve relación con una compañía de suplementos alimenticios. El ex gobernador de California también quería crear, cimentados en su experiencia, sus propios productos y los caminos de ambos se cruzaron. Lebron y Schwarzenegger compartieron sus inquietudes y la posibilidad de crear una marca para brindar información veraz contrastada y productos de salud de calidad, que se ajustasen no solo a diferentes estilos de vida, sino también a objetivos individuales. La idea iba cogiendo forma.

Lindsey Vonn

Y entonces llegó Lindsey Vonn, que durante su carrera tuvo problemas para encontrar productos de nutrición que cumplieran con los rigurosos estándares de la Agencia Mundial Antidopaje. La laureada esquiadora tuvo conocimiento del proyecto y le entusiasmó rápidamente por lo que decidió unirse con el objetivo de aportar también sus granito de arena y solucionar así un problema, al parecer, muy extendido entre los deportistas de élite.

A medida que Arnold, LeBron, Lindsey y su equipo de expertos desarrollaban las fórmulas, entendieron que crear buenos productos para deportistas profesionales era solo una parte de la solución. Y es que sus frustraciones también eran compartidas por otras personas anónimas amantes del deporte, por lo que dieron al proyecto un enfoque más global con la finalidad satisfacer diferentes necesidades y objetivos.

Cindy Crawford

Y ahí es donde la figura de Cindy Crawford se hizo imprescindible, icono de salud y belleza y fiel reflejo de la mentalidad que afirma que la vida es un entrenamiento. La mítica top model ha tenido mucho éxito en su carrera concienciando de los consumidores sobre la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables, al tiempo que ha triunfado con excelentes productos a través de su propia marca, Meaningful Beauty. Esa experiencia con el gran consumidor y la preocupación que Crawford compartía con el resto sobre los productos de nutrición y la dificultad de acceder a información sobre salud que fuera fácilmente comprensible, le hizo dar el paso definitivo. La industria necesitaba nuevos actores que aportaran un punto de vista diferente y había encontrado a tres socios de excepción.

Nace Ladder

Y enarbolando la bandera del todos para uno y uno para todos es como definitivamente ha nacido su criatura: Ladder. Con la pasión que comparten por la salud y el bienestar, y con el firme deseo de marcar la diferencia, Arnold, Cindy, LeBron y Lindsey ofrecen, en lugar de píldoras mágicas, un concepto que se basa en tres pilares: información con respaldo científico, interacción con expertos de clase mundial y productos de nutrición personalizados que cumplen con los más altos estándares de seguridad y calidad alimentaria. Ladder, que se presentó ayer, es salud, fitness y nutrición como debe ser: transparente, simple y accesible. O al menos eso es lo que promulgan sus creadores. Que algo saben al respecto.