Su nombre es Martyn Ford y es, literalmente, una bestia de 2 metros y 140 kg que ha vivido una historia de transformación asombrosa. Jugador de cricket frustrado a causa de las lesiones, decidió hacer borrón y cuenta nueva para dedicarse al bodybuilding. Su tamaño desmesurado también le ha proporcionado varios papeles en el cine y ahora, a sus 33 años, acaba de engrosar la lista de luchadores de KSW (Konfrontacja Sztuk Walki), competición polaca de artes marciales mixtas desde la que pretende hacerse un nombre y aspirar a cotas mayores.

El camino que ha tenido que recorrer ‘The nightmare’, así se le conoce, no ha sido fácil ya que el punto de partida fue la frustrante situación que vivió al tener que retirarse del cricket, deporte que iba a practicar de manera profesional hasta que las lesiones y la mala suerte le hicieron desistir de cumplir su sueño.

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Pero lejos de rendirse decidió reinventarse por completo y encontró en el bodybuilding su refugio y en el cine una segunda casa. En la actualidad compagina su labor en Ignite Nutrition, empresa de su propiedad muy relacionada con el mundo del fitness, con diferentes papeles en el cine y series de televisión (Kingsman, Final score, Redcon-1, Undisputed 4, Blood drive, o Viking Destiny) compartiendo reparto con Dave Batista, Colin Firth, Channing Tatum o Pierce Brosnan, entre otros.

De 76 a 140 kilogramos

Y ahora también con su nueva faceta de luchador MMA, algo impensable cuando hace más o menos 15 años pesaba 76 kilos. Desde entonces han sido muchas las horas de entrenamiento para lograr esculpir una figura que impresiona y que puede ser una de sus principales armas para doblegar a sus rivales. Está claro que el británico no lo tendrá fácil porque en el mundo del las artes marciales mixtas el tamaño no es determinante y su constitución puede jugarle una mala pasada. Aunque se está preparando a conciencia para estar a la altura y no defraudar.

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De momento, está previsto que su debut en la competición polaca de MMA sea a principios de 2019 por lo que Martyn Ford está en pleno proceso de adaptación, definiendo su estilo y tratando de ganar en agilidad puesto que va a ser primordial para él poder moverse con soltura por el ring. Por lo demás, está más que preparado. No será por fuerza. A la próxima pesadilla de las artes marciales mixtas le gotea el colmillo.