Lo ideal es poder trabajar en aquello que te gusta y te llena plenamente, pero no siempre es posible. E incluso en esa posición privilegiada que todos anhelamos, se puede dar la circunstancia de que te veas sometido a determinadas situaciones que directamente te compliquen la existencia hasta el punto de sufrir estrés laboral crónico o síndrome de burnout, que supone un verdadero problema para quien lo experimenta porque afecta al rendimiento, a la calidad de vida o a la salud psicoemocional.

No se trata de una situación pasajera de desmotivación o cansancio, algo habitual y normal para la mayoría. La exposición prolongada a estrés laboral puede tener efectos negativos en la salud de quien lo padece. Y según una encuesta realizada a 815 trabajadores de entre 25 y 64 años por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 27% corren el riesgo de padecer estrés laboral crónico motivado por un exceso de tareas, la rigidez de la estructura laboral y la falta de control personal sobre la situación.

Conforme se desprende de los datos recogidos por OCU, el riesgo está más presente en personas con contratos temporales (36%) y que trabajan en el sector privado (30%), frente a las que trabajan en el sector público (17%), y entre los que declaran estar insatisfechos con su trabajo, los que creen que éste interfiere en su vida familiar o en su salud, o aquellos que deben afrontar largos desplazamientos.

5 recomendaciones básicas

Conscientes de la gravedad del problema un porcentaje elevado de los encuestados ha adoptado algún tipo de medida para evitar llegar a una situación límite a través del ejercicio físico, cambios en el estilo de vida, del uso de técnicas de relajación y fisioterapia, e incluso de medicamentos. Sea como fuere, compartimos contigo 5 recomendaciones para tratar o intentar prevenir el estrés laboral crónico o síndrome de burnout:

1. Ayuda profesional. Si ya percibes alguno de los síntomas, lo más adecuado es que busques la ayuda de un profesional que te ayude a gestionar las emociones, a manejar el estrés o la posible sobreimplicación emocional con el trabajo.

2. Autocuidado. Mantén unas pautas de alimentación e higiene del sueño correctas. Practica algo de ejercicio moderado, intenta relajarte, desconectar y disfrutar de algo de tiempo propio.

3. Aprende a relajarte. Aprende técnicas de relajación como la respiración diafragmática o incluso el mindfulness.

4. Fomenta tus aficiones. Haz actividades que te gusten: leer, pasear, practicar deporte, salir con los amigos.

5. Respeta los horarios. Separa las horas de trabajo de tu tiempo de ocio y aprende a poner límites sobre las tareas asignadas o peticiones de algún compañero.