Fue a raíz de su participación en la exitosa película ‘Ocho apellidos vascos’, dirigida por Emilio Martínez-Lázaro, cuando sus caminos se encontraron. Y desde entonces, Dani Rovira y Clara Lago han construido una relación sólida en la que comparten aficiones e intereses muy relacionados con los hábitos de vida saludables y el compromiso social, aunque como personajes mediáticos que son, también se han visto envueltos en alguna que otra polémica, sobre todo, como consecuencia de su exposición pública y el escrutinio al que fueron sometidos en los inicios de su relación.

Sea como fuere, ambos han superado juntos las adversidades y ahora quizá se encuentran en su mejor momento con multitud de proyectos y retos encima de la mesa, lo que les obliga a cuidarse para aguantar el ritmo de una vida propio de su ajetreada vida, aunque siempre que pueden encuentran un hueco para hacer gala de su espíritu solidario a través de la Fundación Ochotumbao, que ambos crearon y que ha puesto en marcha no pocos proyectos para apoyar causas relacionadas con la discapacidad, derechos humanos o defensa de los animales, entre otros.

Él

Quizá pueda pasar desapercibido en medio de todo el ruido mediático, pero Dani Rovira (Málaga, 1980) es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en Granada y obtuvo los títulos de Quiromasajista Profesional y Deportivo, Animación Infantil, Animación Sociocultural y Monitor de Ocio y Tiempo Libre, siendo la vertiente del entretenimiento por la que se acabaría decantando.

Aunque, sin dejar de lado la primera ya que su pasión desmesurada por el deporte y la actividad física, le ha llevado a participar, siempre por causas solidarias, en algunas iniciativas y competiciones como el Medio Ironman de Calella, en una ruta en bicicleta Barcelona-Roma o en la Titan Desert. Y es que, siempre que tiene ocasión disfruta del ciclismo o del running, según se tercie, aunque también se le gusta trabajar en el gimnasio.

De hecho, este perfil tan deportivo del actor, humorista y monologuista malagueño es lo que ha llamado la atención de Joma, que lo ha reclutado como embajador para que sea la imagen de la marca toledana.

Y además, Dani Rovira es vegano. Principalmente por convicción, para no entrar en contradicciones debido al amor desmesurado que profesa hacia los animales. De hecho, el ganador de un Goya al mejor actor revelación 2015 por ‘Ocho apellidos vascos’, que curiosamente recibió siendo el presentador de la gala, hace poco compartió una de sus lecturas de cabecera sobre la materia, ‘Hacia un futuro vegano’ (Tobias Leenaert).

“Trillado, subrayado, anotado, arrugado, reflexionado, manchado… Así ha acabado mi última lectura. Recomendable 100% para todo el mundo. Para los veganos que necesiten reforzar sus convicciones, para los que estén a medio camino, para los que tienen la semilla de los derechos de los animales y el medio ambiente dentro y empiezan a sentir su picorcito, e incluso para los que están alejados de este activismo. Para poder comprendernos mejor y porque el saber no ocupa lugar y el diálogo menos. Es maravillosa la forma que ha encontrado Tobias Leenaert de desdramatizar, relativizar y mostrarnos una forma pragmática de lograr poco a poco un mundo libre de sufrimiento animal”, asegura Dani Rovira en una publicación reciente en sus perfiles sociales.

Ella

Clara Lago (Torrelodones, 1990), es una actriz que comenzó su carrera cinematográfica y televisiva con tan solo diez años lo que ha supuesto que, ya con 28, cuente con una dilatada carrera profesional a sus espaldas, reconocida por público y crítica especializada y refrendada por numerosos premios, como el recibido en el Festival Internacional de Cine de Berlín.

La madrileña también es una apasionada del deporte y disfruta corriendo o de sus rutinas de entrenamiento en el gimnasio siempre que puede y, al igual que sucede con Dani Rovira, Joma la nombró recientemente embajadora de la marca. No en vano, es habitual verla practicar algún tipo de actividad física en sus perfiles sociales y siempre ha demostrado estar en muy buena forma.

Según reza en su perfil personal de la Fudación Ochotumbao, la empatía es algo que siempre ha caracterizado la personalidad de Clara Lago, pero no fue hasta que conoció a su entonces compañero de escena y actial pareja, Dani Rovira, durante el rodaje de ‘Ocho Apellidos Vascos’, cuando aprendió a canalizarla hacia una vertiente más solidaridad.

Fruto de esa inquietud, en marzo de 2017, Clara decidió comenzar a seguir la dieta vegana como parte de su lucha individual para ayudar, defender y proteger tanto a los animales como al medio ambiente, ya que esta es la injusticia que más profundamente le toca: el daño que el ser humano está haciendo al planeta, y a todos los seres que habitan en él.