Deporte y Vida

NUTRICIÓN

El ayuno intermitente por motivos de salud no tiene base científica

El interés por el ayuno intermitente se ha popularizado en los últimos años y cada vez tiene más adeptos porque muchos famosos lo promueven para reducir peso o mejorar la salud.

0
dietas, ayuno intermitente, salud, hugh jackman, nicole kidman
ANGELA WEISS AFP

"Hoy por hoy, la práctica del ayuno esporádico o intermitente por motivos de salud no tiene justificación científica. Cualquier recomendación que promueva el ayuno para reducir peso, prevenir enfermedades crónicas o mejorar el estado de ánimo no tiene fundamento científico”, asegura el último trabajo del proyecto Nutrimedia, bajo la dirección del profesor Gonzalo Casino, de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Una conclusión que contrasta con el interés por el ayuno esporádico o intermitente cuyo auge se ha popularizado en los últimos años, ganando no pocos adeptos, gracias a que muchos famosos, como Hugh Jackman o Nicole Kidman, entre otros, lo promueven para reducir peso o mejorar la salud. Y es precisamente esa adhesión a este tipo de dietas basada en las excelencias que comenta la celebritie de turno y el desconcierto creado en cuanto a su eficacia, lo que ha motivado el estudio de la institución catalana.

Efectos "inciertos o dudosos"

Y es que, la evaluación de las pruebas científicas realizada por Nutrimedia concluye que los mensajes que avalen o recomienden practicar el ayuno esporádico para conseguir alguno de los efectos mencionados “deben ser considerados inciertos o dudosos”. O, dicho de otro modo, la ciencia no sabe si el ayuno puede tener estos efectos, sobre todo considerándolos a medio y largo plazo. Esto es así porque, aunque hay estudios en humanos que sugieren dichos efectos, todavía es temprano para confirmarlos o descartarlos, pues las investigaciones realizadas son pocas y su calidad es insuficiente.

Los efectos del ayuno en la salud son bajos o muy bajos.

Además, es importante remarcar que el ayuno no puede considerarse una dieta, puesto que esta pauta implica restringir alimentos durante un tiempo determinado, mientras que el concepto de dieta alude a la ingesta habitual de alimentos y bebidas. Debido a nuestro ritmo biológico, es vital que comamos siempre a las mismas horas y evitar pasar más de 3 ó 4 horas sin ingerir nada. Justo lo contrario que propugnan este tipos de ‘dietas’, entre las que se encuentran la conocida como ‘dieta 5:2’ o la ‘dieta 16/8’.

El recelo de diversas organizaciones

Por si fuera poco, la OMS no incluye el ayuno entre sus recomendaciones para prevenir la obesidad y otras enfermedades crónicas, que se centran en mantener una dieta saludable y hacer ejercicio físico habitualmente, y la Asociación de Dietistas del Reino Unido y el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer coinciden en reconocer que, aunque se han visto beneficios potenciales para la salud con el ayuno, esta práctica puede provocar efectos adversos como irritabilidad y dificultad para concentrarse, trastornos del sueño, y que se desconocen posibles consecuencias para la salud a largo plazo. Está todo dicho.