La colaboración entre la Policlínica Gipuzkoa y la empresa tecnológica Bunt Planet pretende dotar a los usuarios de móviles, ordenadores o tablets de una herramienta que les ayude, de una forma sencilla, como si de un juego se tratara, a identificar en pocos minutos si está o no en riesgo de sufrir Alzheimer y en qué medida, a partir de los colores que vaya obteniendo en función de sus respuestas. Verde si no hay riesgo ninguno, amarillo significa que hay que acudir al neurólogo para un estudio detallado y rojo, sería el mayor nivel de riesgo.

El ‘Semáforo del Alzheimer’, así se llama la aplicación que se encuentra en desarrollo, puede ser una herramienta muy útil ya que, en palabras de Gurutz Linazasoro, neurólogo y Director del Programa de Terapias Avanzadas de Párkinson y Alzheimer de la Policlínica Gipuzkoa, “la esperanza se deposita en la actuación temprana, pues algunos medicamentos podrían fracasar por administrarse tarde. Desde hace años se sabe que los cambios típicos de la enfermedad, que consisten en el depósito de dos proteínas anómalas llamadas amiloide y tau en el cerebro, comienzan décadas antes de la aparición de olvidos y otros síntomas”.

“El mayor reto científico y médico a día de hoy es el descubrimiento de un tratamiento curativo o preventivo, como una vacuna, por ejemplo; ya que hoy sólo existen fármacos y terapias cognitivas para aliviar los síntomas”, añade el experto, que aboga por mantener un estilo de vida saludable. Según el neurólogo, hay que mantener vivos “la curiosidad y el optimismo a través de varios puntos: controlar la tensión arterial, evitar tóxicos como el tabaco y el alcohol, seguir una dieta saludable o practicar ejercicio, además de evitar otros factores como el aislamiento social, la obesidad o el colesterol ya que pueden participar en el origen del Alzheimer”.

Síntomas de una enfermedad de origen desconocido

Linazasoro recuerda que los síntomas más frecuentes que indican un posible desarrollo de la enfermedad son los olvidos, un menor rendimiento en actividades laborales habituales, problemas de lenguaje, episodios de desorientación y cambio de carácter con apatía o irritabilidad.

También destaca que a día de hoy la causa que desencadena la enfermedad, que afecta en el mundo a 47 millones de personas y de la que se diagnostica un caso cada cuatro segundos, es de origen desconocido y que la acción conjunta de envejecimiento, genética y estilo de vida suponen el trío a valorar y trabajar en aras de una mejor prevención de la enfermedad.