“Tuve un ataque al corazón masivo”. Con estas palabras, Kevin Smith, conocido director de cine independiente que alcanzó la gloria con películas como Clerks, Persiguiendo a Amy o Dogma, anunciaba en su cuenta de twitter hace seis meses su delicado estado de salud, que a punto estuvo de costarle la vida después de sufrir un infarto por la obstrucción de la artería coronaria izquierda mientras ofrecía un show en Los Ángeles

Desde entonces, el director se ha esforzado por modificar sus hábitos de vida y ha sorprendido recientemente con una imagen mucho más saludable después de adelgazar y perder más de 20 kilos. Tras confirmar que en 2008 llegó a pesar la friolera de 150 kilos, el cineasta ha consguido dejar su peso en 93 kilos, aunque como él mismo confirma, seguirá una estricta dieta acompañada de ejercicio físico para evitar situaciones como la sufrida y que puso en riesgo su vida.

"Es lo más delgado que he estado desde el instituto"

En una sociedad como la americana, en la que 4 de cada 10 ciudadanos sufren de sobrepeso en mayor o menor medida, la obesidad se ha convertido en un factor de riesgo que es necesario combatir, como relata el propio Kevin Smith en una de sus últimas publicaciones en su perfil de instagram.

“¡He perdido 23 kilos! Hace seis meses estaba en el hospital recuperándome de un ataque al corazón. Cuando fui a ver al doctor una semana después de sufrir el infarto, me dijo que lo mejor que podía hacer era perder perder peso. Medio año después puedo confirmar que seguí las recomendaciones médicas: estaba en 116 kilos y ahora peso 93. Es lo más delgado que he estado desde el instituto, aunque mi esperanza es perder otros cinco kilos adicionales”, asegura Kevin Smith, que luce mucho más saludable y al que, seguramente, no volveremos a ver con sobrepeso. La vida le va en ello.