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El dilema (no tanto) de los jugadores NBA sobre su peso

Mientras que al comienzo de una carrera NBA se busca incrementar el peso, con el paso de los años los jugadores tratan de aligerar la carga.

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ROBYN BECK AFP

Sucede año tras año. Pretemporada tras pretemporada. Antes de que lleguen los training camps de cada franquicia y empiece la temporada regular, proliferan las noticias sobre el estado de forma de los jugadores en vísperas del arranque de la competición. Y por regla general, los jóvenes se ‘machacan’ en el gimnasio para añadir músculo a su constitución mientras que los más veteranos cambian su dieta y aligeran la carga de grasa. Y, por supuesto, todos llegan en la mejor condición de su carrera pero, ¿qué se esconde detrás de este recurrente fenómeno?

Vayamos por partes. Si eres un rookie o un jugador relativamente joven el primer acto reflejo es sentir un mínimo de complejo por el nivel físico que exige un competición como la NBA, con un temporada regular de 82 partidos (con muchas semanas de 4 encuentros) y unos play off por el título que se juegan al mejor de 7 enfrentamientos. Una carga de trabajo que obliga a una preparación a conciencia.

Willy Hernangómez

Obviamente, esta querencia por ganar peso entre los que buscan hacerse un nombre no es inmediata y a veces requiere de varias temporadas: es parte de un proceso. Es el caso de Willy Hernangómez, que este año inicia su tercera temporada en la NBA con el objetivo de lograr plaza en el quinteto inicial de los Charlotte Hornets, la franquicia de Michael Jordan. En los últimos días, el jugador madrileño ha compartido en sus perfiles sociales el resultado de su preparación. Puro músculo para batirse en la zona con los rivales más atléticos del baloncesto mundial. Mucho gimnasio y dietas acordes para la ganancia muscular. Lo mismo que le ocurrirá a Luka Doncic o a cualquiera que quiera prosperar en la mejor liga del planeta.

Vegetarianos y veganos

Pero sucede también lo contrario cuando la dinámica es la opuesta. Conforme los jugadores van teniendo una edad, una voz en su interior parece inducirles a cambiar su hábitos alimenticios y perder peso. De repente, todos apartan a un lado lo peor de la dieta americana y se dejan seducir por la dieta vegetariana o vegana, como en el caso de Kyrie Irving, entre otros. Y es que, cuanto más peso, mayor desgaste de las articulaciones y menor agilidad. Y los años no perdonan.

Lebron James

En el caso de los jugadores novatos, sobre todo los que comienzan la competición con menos de 20 años, hay voces que alertan sobre la conveniencia de ganar masa muscular con tanta celeridad en plena fase de desarrollo. Debe haber un equilibrio entre la estructura ósea y la muscular que conviene no romper. Sin embargo, parece haber más consenso en que a determinadas edades, perder peso (que no músculo) es adecuado para alargar los días de gloria. Si no que se lo digan a Lebron James que, a sus 33 años, ha completado una de las mejores temporadas de su carrera y no da muestras todavía de desfallecer.