Ni rastro de Facebook, Twitter o Instagram. No busques a Jürgen Klopp, técnico alemán del Liverpool, en las redes sociales. No lo vas a encontrar. Una rara avis que no parece arrepentirse de su ausencia digital. Al contrario, el singular entrenador asegura sin tapujos que es la decisión “más inteligente” que ha tomado en su vida. “No tengo ningún interés en escuchar a alguien que no te muestra la cara”, sentencia el alemán.

“Es la decisión más inteligente que he tomado en mi vida. No las uso. Si alguien escribiera algo malo sobre mi, no me enteraría porque no leo ni veo nada. Podría venir alguien y decirme que han escrito esto o aquello sobre mi pero la realidad es que no me afecta. Si tienes que decirme algo, dilo en mi presencia porque si no lo haces y lo escribes por ahí, no me voy a enterar”, explica el técnico del Liverpool.

Una reflexión que debería hacerse viral por la carga de profundidad que le imprime el alemán, muy molesto por los ataque que ha recibido, entre otros, Karius, compatriota de Klopp que defiende la portería del club de Anfield.

“Es la parte loca del mundo. No nos preocupa en tanto y en cuanto no nos afecta. Decimos ‘así es el mundo ahora’. Pero cuando estás en medio de la tormenta es cuando piensas que es muy diferente a los viejos tiempos. Cuando alguien escribe en la intimidad de su cuarto no piensa en la persona; no le importa. Tiene ese poder y lo usa pero hay dos partes implicadas y puede tener efectos negativos para una de ellas”, indica.

“Por eso pienso que no deberíamos entrar en ese tipo de cuestiones. Puede que no suceda ya, pero quizá algún día podamos empezar a hablar cara a cara de nuevo y no escribir mensajes los unos a los otros”, conluye Klopp.

Adicciones 3.0

Lo que se esconde detrás de estos comportamientos ‘verbales’ agresivos bien podría relacionarse con las consecuencias de las adicciones 3.0, que pueden generar diversos problemas a quien las padece. La Apnea de Whatsapp, la depresión de Facebook o el FOMO (acrónimo de ‘fear of missing out’) son algunas de las que pueden generar ansiedad, problemas de autoestima, malestar físico, taquicardias o pensamientos negativos.

Para la directora técnica de Clínicas Origen, Pilar Conde, estas adicciones “existen desde hace tiempo, pero han estado asociadas al juego patológico, es decir, las máquinas tragaperras, el bingo, el casino y otras fórmulas similares. La evolución de la era digital ha propiciado enganches al juego y las compras online, al teléfono móvil y a las redes sociales”, cuenta.

Así pues, puede que merezca la pena escuchar lo que Klopp tiene que decir, aunque quizá no sea necesario ser tan taxativo y consigamos hacer un uso más moderado de las nuevas tecnologías que, y en eso hay que darle la razón al alemán, deshumanizan las relaciones personales.