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AVANCE CIENTÍFICO

¿Es posible frenar la caída del cabello? La solución, más cerca

Un compuesto experimental probado en ratones muestra su eficacia y abre nuevas vías de investigación para frenar la caída del pelo y determinados daños cutáneos.

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Un estudio publicado por Scientific Reports recoge las bondades de un compuesto experimental que podría frenar la caída y encanecimiento del cabello, así como otros daños cutáneos. Eficacia que ha sido comprobada en relación a dietas occidentales ricas en grasas y colesterol: la mezcla frenaría la producción de ciertas grasas llamadas glicoesfingolípidos (GSL), presentes en la piel y en otras membranas celulares que estarían relacionadas con la caída del cabello y el daño cutáneo.

El compuesto, D-PDMP (elaborado con D-threo-1-fenil-2-decanoylamino-3-morpholino-1-propanol), ha mostrado su eficacia tras el experimento llevado a cabo con dos grupos de ratones: uno a base de una dieta occidental alta en grasas y colesterol y un segundo grupo con una dieta estándar.

Y los resultados no dejan lugar a la duda: los ratones con ‘hábitos’ occidentales perdieron cabello, sufrieron su encanecimiento y lesiones en la piel en un intervalo de tiempo entre las 12 y las 20 semanas. Los que superaron ese periodo de exposición a un dieta rica en grasas y colesterol hasta alcanzar las 36 semanas vieron agravados los síntomas. Y el compuesto logró revertir la situación.

Psoriasis, diabetes y cirugía estética

La investigación, a cargo de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU), no asegura de momento que el compuesto tenga la misma eficacia en seres humanos, pero arroja luz sobre la relación de la dieta con la caída del cabello y abre nuevas vías de estudio para el uso de medicamentos en el tratamiento de enfermedades de la piel como la psoriasis y las heridas resultantes de la diabetes o la cirugía plástica.

Aunque se necesitan más investigaciones, los hallazgos realizados por el equipo de investigadores de la universidad estadounidense son esperanzadores porque dibujan un panorama alentador que, más allá de los efectos sobre el cabello, que no es un tema baladí, permite profundizar en el estudio de soluciones que permitan diferentes aproximaciones a determinadas afecciones cutáneas.