No es de extrañar que en un mundo globalizado e interconectado gracias a las nuevas tecnologías, tendamos a pensar que accedemos a todo aquello que está disponible de una forma u otra. Nada más lejos de la realidad. Un pequeño ejemplo de este error en el que incurrimos es la existencia de frutas tropicales de las que no tenemos conocimiento y que además pueden suponer un alivio económico para determinadas zonas menos desarrolladas, que tienen que hacer frente al coste cada vez mayor de importar alimentos.

Según informa la la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), al mercado mundial solo llega un 10% de determinadas frutas tropicales que tienen beneficios para la salud y cuya explotación comercial puede suponer un balón de oxígeno de los exportadores. Y es que, como muestra de su potencial comercial, el valor de la producción mundial de estas frutas tropicales menores, de las que el 86% se producen en Asia, ascendió el año pasado a unos 17 millones de euros.

Si bien estas frutas menores se consumen principalmente a nivel local, y contribuyen a menudo de forma significativa a los ingresos y necesidades de micronutrientes de los pequeños agricultores, el creciente reconocimiento de su contribución a una dieta saludable les está dotando de mayor prestigio a nivel internacional, especialmente en un contexto de urbanización creciente y mayor sensibilización sobre las cuestiones relacionadas con la salud.

“La guayaba es la fruta más importante de esta categoría, pero también lo son la jaca, el longán, el lichi, el durión de las Indias Orientales, el rambután y la granadilla, principalmente cultivada en Brasil, y el mangostán”, asegura el organismo internacional, que ve una oportunidad de negocio para los países productores.

“Actualmente solo el 10% de la producción se exporta a otros países, principalmente en Asia -siendo Tailandia un exportador destacado- pero la solidez de los precios al por mayor en los mercados de los países desarrollados puede ofrecer grandes posibilidades comerciales para los exportadores en los países de bajos ingresos”, añade la FAO.

De igual forma, la FAO alerta de que no va a ser un camino fácil de transitar ya que, para aprovechar la coyuntura, será necesario innovar en la gestión del carácter perecedero, la garantía de suministro, la volatilidad de los precios y el cumplimiento de los requisitos de certificación fitosanitaria.

¿Qué nos estamos perdiendo?

Guayaba, jaca, longán, lichi, durión, rambután, granadilla y mangostán. Nombres que a muchos no les dice absolutamente nada pero que esconden una serie de propiedades y beneficios para el organismo que, si tenemos la posibilidad, debemos tratar de incorporar a través de nuestra dieta.

Fósforo, niacina, potasio, vitaminas A, B y C, hierro, calcio, magnesio, ácido fólico, tiamina, folato, xantonas… Como puedes observar el contenido de estas frutas tropicales que nos estamos perdiendo es abrumador. Y quizá no sabías siquiera de su existencia. Mundo globalizado sí. Pero mucho por aprender.