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Adicciones digitales en verano: niños y adultos enganchados

Se llaman adicciones 3.0, no son tóxicas, pero enganchan, y van desde el FOMO (miedo a estar desconectado), apnea de WhatsApp o la depresión de Facebook.

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Adicciones digitales en verano: niños y adultos enganchados
TELEFÓNICA EUROPA PRESS

Si pensamos en los adultos, estamos enganchados al teléfono móvil, no hay duda. Pero, ¿y los niños? Las llamadas adicciones 3.0 pueden arruinar unas vacaciones familiares por ese miedo a no tener wifi, no tener red, no estar pendiente de lo que pasa en la pequeña pantalla aunque se estén perdiendo lo que tienen delante. Una situación que se da también en parejas y puede llegar a provocar una crisis de gravedad.

Para la directora técnica de Clínicas Origen, Pilar Conde, estas adicciones “existen desde hace tiempo, pero han estado asociadas al juego patológico, es decir, las máquinas tragaperras, el bingo, el casino y otras fórmulas similares. La evolución de la era digital ha propiciado enganches al juego y las compras online, al teléfono móvil y a las redes sociales”, cuenta.

“Estas dos últimas están afectando a la población infantil y adolescente, y en los últimos años se ha incrementado la demanda de padres que ven como sus hijos normalizan las situaciones de abuso de los teléfonos, consolas y ordenadores. Una conducta, aspecto muy importante, además, validada por sus amistades”, explica.

FOMO, el miedo a estar desconectado

El FOMO (acrónimo de ‘fear of missing out’) es el miedo a perderse algo en las redes sociales o a quedar excluido de un evento, lo que obliga a los que sufren este síndrome a permanecer conectados a Internet. Los grupos de whatsupp son una muestra clara.

Por eso en vacaciones, los adolescentes sobre todo, y muchos adultos, padecen ese FOMO, “los hijos se obsesionan por encontrar lugares con conexión a Internet para poder seguir las últimas actualizaciones de sus redes y grupos de WhastApp. Quieren estar, participar y contestar, ver y ser vistos en la red”, cuenta la psicóloga.

Tanto es así, explica la psicóloga, “que comienzan desesperadamente a buscar puntos de wifi y cuando no lo logran pasan por diferentes estados de irritabilidad: desde el enfado común hasta la ansiedad. Este es uno de los motivos por lo que playas, hoteles y puntos turísticos de interés publicitan sus “puntos de wi-fi”, explica la psicóloga. De hecho, en nuestro país las playas con conexión gratuita lo cuentan rápidamente tanto a sus clientes como a medios y agencias de publicidad

Para eliminar la ansiedad tecnológica en vacaciones la recomendación de Pilar Conde para las familias que se encuentren in situ con este problema es intentar salvar las vacaciones: es implantar ciertos horarios de conexión hasta, al volver a la rutina, plantear al problema a un profesional. “Es fácil, a edades tempranas, padecer una adicción 3.0 porque las tecnologías digitales son una fuente imparable de estímulos y, por lo tanto, muy útiles contra el aburrimiento”.

La depresión de Facebook

Hemos visto el caso de los niños, pero los adultos no se libran, ya que existe para esta adicción 3.0 lo que se llama ‘la depresión de Facebook’. “El Facebook es motivo de que algunas personas se sientan fracasados o que su vida no vale en comparación de las de otros. Esa poca autoestima se manifiesta al observar, día tras día, las fotos familiares, de ocio y trabajo de aquellos a los que todo parece irles bien”, cuenta.

“El narcisismo digital afecta también a la autoestima, pero en este caso de quien presume, puesto que se ve siempre en la necesidad de fotografiarse en posturas y situaciones triunfadoras y atractivas para los seguidores. Quien posa de una manera afectada, poco natural, y exagerando su realidad quiere proyectar algo que no es real, lo que puede indicar que necesita la aprobación de los demás, el sentirse admirado para sentirse bien con uno mismo”, incide.

Apnea de WhastApp

“Las personas que tienen miedos e inseguridades recurrentes podrían caer en la conocida como apnea del WhastApp. Tras este nombre tan llamativo se esconde la necesidad de comprobar compulsivamente la entrada de mensajes y las notificaciones de recibido y leído de esta aplicación. Quienes la padecen viven la angustia de comprobar, por ejemplo, cómo su mensaje ha sido recibido pero, al parecer, ignorado”.

Muy parecido es el síndrome de la llamada o mensaje imaginario. Ocurre cuando creemos escuchar una señal de mensaje o el timbre de llamada entrante. Este es más común, le ocurre a muchos usuarios de este dispositivo, y sólo deberíamos preocuparnos de una posible adicción, si las falsas alarmas fueran constantes.

Las mujeres, son junto a los adolescentes quienes más riesgo tienen de padecer una tecnopatología asociada a las redes sociales. “La adicción a los juegos online, suelen estar más vinculados al género masculino”.

Como cualquier otro tipo de adicción, las 3.0 pueden producir estados ansiosos, dolores de cabeza y estómago, además de taquicardias y pensamientos negativos.