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LESIONES

5 vicios posturales que causan dolor de espalda y puedes evitar

Si no has sufrido dolor de espalda hasta la fecha, prepárate. Es algo que va a ocurrir tarde o temprano y es aconsejable que intentes prevenirlo.

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ALEXANDER NEMENOV AFP

El dolor de espalda es algo a lo que casi todo el mundo se ha enfrentado en algún momento. Puede ir desde una pequeña molestia casi imperceptible hasta un dolor punzante y agudo. Las causas de su aparición pueden ser múltiples y variadas y los síntomas son tratados habitualmente con analgésicos aunque, en no pocas ocasiones, conviene consultar con tu médico o ponerte en manos de un fisioterapeuta.

Además, convivir con el dolor de espalda nunca es sencillo ya que realizar actividades de lo más cotidianas pueden convertirse en un verdadero drama y tu calidad de vida, a buen seguro, se verá afectada. Ya sea a causa de las cervicales, las lumbares, el nervio ciático o una hernia de discal lo más probable es que tengas dificultades para levantar peso, agacharte, girarte o incluso moverte.

¿Cómo evitar el dolor de esplada en cinco situaciones?

Por ello, queremos compartir contigo algunos consejos para prevenir su aparición o retrasarla el mayor tiempo posible. Sobre todo, queremos evitar que estos cinco vicios posturales lo sigan siendo:

- Mantenerse en pie y caminar. Mientras estés de pie en una posición estática, mantén siempre un pie en alto con ayuda de un soporte, flexiónate por las rodillas y conserva la espalda recta. Además, no permanezcas de pie en la misma postura durante mucho tiempo y no te inclines hacia delante con las piernas estiradas. De igual modo es aconsejable que camines con buena postura: cabeza alta, barbilla recogida, pelvis hacia delante y pies rectos. Y si puedes, utiliza un calzado cómodo.

- Levantar pesos. Flexiona las rodillas, no la espalda. Levanta los objetos sólo hasta la altura del pecho para evitar lesiones y si la carga es muy pesada piensa los movimientos con antelación para evitar desplazamientos súbitos o, en su defecto, pide ayuda. Para recoger objetos del suelo, apóyate con una mano en la rodilla o en otro objeto e intenta transportar la carga pegada al cuerpo.

- Conducir. Adelanta el asiento del coche de manera que las rodillas estén plegadas y más altas que las caderas. Siéntate erguido y conduce con las dos manos en el volante. No alejes el asiento de los mandos porque hará que te estires, aumentando así la curvatura lumbar y la tensión. Por último, al entrar a tu coche, siéntate primero e introduce las piernas después.

- Dormir. Un colchón firme es un gran aliado para ti y para tu espalda. A la hora de dormir, hazlo de lado con las rodillas flexionadas o boca arriba con una almohada bajo las rodillas. No duermas ni te tumbes en colchones o cojines blandos y demasiado mullidos y sin sujeción para el cuerpo porque provoca curvatura y tensión de espalda. Además, evita almohadas muy altas y dormir boca abajo.

- Sentarse. Usa una silla lo bastante baja para que los pies apoyen por completo en el suelo y las rodillas queden más altas que las caderas. Debes apoyarte con firmeza contra el respaldo y puedes utilizar una banqueta para apoyar los pies o cruzar las piernas. También debes evitar sentarte en sillas demasiado altas o alejadas del puesto de trabajo, no te repantigues y, sobre todo, intenta no inclinarte hacia adelante y arquear la espalda.

Ahora que ya sabes qué hacer, sólo nos queda invitarte a que pongas en práctica estos humildes consejos para que retrases el dolor de espalda o evites su aparición. Si lo has sufrido ya, eres muy consciente de a lo que te expones. ¿Cuándo vas a empezar a pensar en tu espalda?