Somos animales de costumbres, en lo bueno y en lo malo. Por eso si analizamos cada gesto, cada ejercicio, cada bocado que tomamos, es posible que encontremos ciertas rutinas que nos benefician y otras que hay que desterrar.

Te contamos los 6 hábitos mañaneros que te hacen ganar peso y no te habías dado cuenta.

Vestirte a oscuras

Abrir la venta y ver qué día hacer puede hacer tu índice de masa corporal aumente. Es lo que afirma este estudio, la luz natural, obtener los beneficios de la vitamina D del sol, estar atento a las señales de la naturaleza en realidad hace que el IMC sea menor, incluso sólo con una exposición de 30 minutos.

No pesarse

Hay días que lo odias, y hay otros días que es necesario. Cuando estás realizando una dieta y necesitas ver el progreso saber si vas bien, te has estancando o necesitar hacer un esfuerzo extra es de gran ayuda. Si eres muy constante y nunca te saltas pasar por la báscula a primera hora de la mañana es posible que tengas no sólo hábitos alimenticios más saludables sino que estarás más concienciado con el objetivo de reducir peso, es lo que afirma el International Journal of Obesity.

Saltarse el desayuno

Todos los nutricionistas coinciden en lo mismo, el desayuno no es sólo la comida más importante del día sino la que nos aporta la energía necesaria y la actitud precisa para el resto del día. Además del aporte de nutrientes, vitaminas, minerales, etc… que nuestro cuerpo necesita para ponerse en marcha. Realizar un desayuno saludable es el primer paso para afrontar el día pensando en nutrirnos adecuadamente.

No hacer la cama

Lo hemos leído en multitud de textos de hábitos de vida saludable, pero además el Navy SEAL William McRaven lo recomienda para sus hombres, una manera de no descuidar nada, el primer paso para ser organizado y estar concienciado de la importancia de los pequeños detalles, de ahí la clave para luego no picar entre horas, no dejar nada para luego, estar concienciado de que si quieres perder peso cada detalle cuenta. Demuestra además fuerza de voluntad en algo tan sencillo como empezar el día.

Mucho café y poca agua

Demasiado café y poca agua, un binomio perjudicial para la salud. Beber mucha agua, especialmente por la mañana, es realmente positivo para activar nuestro metabolismo, para hidratar articulaciones, para dar gasolina a nuestro cerebro, para eliminar toxinas… el café en cambio nos altera, nos pone nerviosos, en alerta y nos crea ansiedad… Mala combinación si se trata de controlar cada detalle de nuestra ingesta.

Dormir sin alarma

No se trata de no descansar, o un día dormir hasta que el cuerpo aguante, sino que se trata de orden. El sueño, una mala noche, se asocia con malestar general, poca concentración, pero también es deficiente para nuestra dieta, ya que necesitarás darle al cuerpo una recompensa en forma de comida. Y normalmente no te pide el cuerpo un pescado a la plancha cuando has dormido poco. Dormir mucho es además síntoma de mala sincronización con los horarios para el resto del día y conducir tener variaciones de azúcar y un mayor peso corporal.