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Láser para ir al dentista sin miedo ni dolor

Se utiliza láser para blanqueamiento dental, además de para cirugías en encías, periodoncias, endodoncias, tratamiento de la sensibilidad térmica…

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Láser para ir al dentista sin miedo ni dolor

El láser ha entrado con fuerza en la consulta del odontólogo, primero en los tratamientos de blanqueamiento dental y, poco a poco, va extendiendo su uso a todo tipo de intervenciones como cirugía en encías, periodoncia, endodoncia, tratamiento de la sensibilidad térmica… de manera indolora, dentro de lo que se denomina odontología mínimamente invasiva.

Una manera además de romper de una vez por todas con el mito de que ir al dentista es doloroso. La anestesia y otros tratamientos con láser contribuyen a una mejor salud dental de la población y acercan esta práctica de higiene y salud a los niños de manera sencilla, según Compromiso y Seguridad Dental.

“El miedo al dolor es una de las principales causas para no acudir al odontólogo en España, donde sólo el 38 % de la población va al dentista al menos una vez al año”, comenta Alba Castañé, presidenta de CSD.

Para qué se usa el láser en el dentista

-tratamientos de blanqueamiento dental

-cirugía en encías

-periodoncia

-endodoncia

-tratamiento de la sensibilidad térmica

Según el doctor Jaime Fernández-Coppel García, pionero en el uso de esta tecnología en España, “el láser es una herramienta médica que aporta precisión, hemostasia y esterilidad”. El láser puede ser utilizado para varios tipos de tratamientos novedosos como la implantología, la ortodoncia invisible o la odontología integral acelerada (OIA) para rehabilitaciones integrales orales.

Tipos de láser

La tecnología láser más usada en odontología es la Nd-Yag, Er-Cr, de Diodo y CO2 y su elección depende del tipo de tejido sobre el que se actúe: un tejido blando (piel, encías) o un tejido duro (hueso, esmalte o dentina), si bien hay algunos láseres que pueden actuar en los dos.

En odontología el láser más conocido es el diodo, similar al que se utiliza en fotodepilación, si bien su construcción es muy distinta, para acondicionarle al uso de la piel o de las encías. También se utiliza en los blanqueamientos dentales, con un cabezal distinto. La gran revolución estos últimos años es la aparición de láseres que permiten trabajar tanto en tejidos duros como en tejidos blandos. Son los láseres de Er-Yg, o ErCr YSGG.

El láser se empezó a utilizar hace 20 años y ha ido evolucionando, como el último Waterlase iplus de Er-Cr YSGG, que permite realizar los tratamientos en muchos casos casi sin anestesia o, sólo con anestesia tópica, en tratamientos de tejidos blandos como frenectomías, sin necesidad de inyectar anestesia.