El acné es una patología caracterizada por la aparición de lesiones en la piel como consecuencia de una foliculitis, una inflamación y posterior infección del poro folicular (orificio de salida del pelo). Aparecen en forma de granos, espinillas negras y parches rojos e inflamados, como quistes. Suele ser más habitual en adolescentes (en un 80%), aunque también puede afectar a mujeres (y en menores casos, a hombres) debido a las fluctuaciones hormonales. Estas son las maneras de tenerlo bajo control.

No los aprietes o te los intentes quitar tú mismo

Apretar los granos puede provocar marcas permanentes de pigmentación o cicatrices. El acné es el resultado de células muertas de la piel, bacterias y aceites naturales que obstruyen los folículos pilosos de la piel, pero no podemos drenarlos por nuestra cuenta. Algunos adultos experimentan acné quístico, lesiones inflamadas que se forman debajo de los tejidos de la piel debido a una infección. Esto requiere medicación.

Usa productos sensibles

Si eres propenso al acné, usar demasiado maquillaje y productos cosméticos bloqueará los poros y empeorará las cosas. Intenta usar productos que se describen como a base de agua, sin aceite…lo que significa que no causará puntos negros al bloquear los poros. Si tienes acné facial, evita lavarte demasiado la cara. Lavarse más de dos veces al día puede resecar la piel, estimulándola al producir más aceite para compensar.

Sobre los anticonceptivos

Se cree que la causa principal del acné son las fluctuaciones de las hormonas, lo que hace que las mujeres adultas sean más propensas a los brotes que los hombres. El cambio de anticonceptivos, sin embargo, a veces puede ayudar, ya que hay varias píldoras anticonceptivas que están aprobadas para tratar el acné.

Alimentos con bajo índice glucémico

La relación entre los alimentos y el acné es compleja, y se sospecha que algunos productos que causaban acné (chocolate, fritos y frutos secos) no tienen efecto ninguno en él. La investigación ha demostrado que el exceso de insulina de los alimentos con un alto índice glucémico, como la pasta y el pan, puede aumentar los niveles de hormonas desencadenantes del acné en las mujeres. Los alimentos con bajo índice glucémico, como los granos integrales, se digieren más lentamente y causan menos picos de insulina.

Retinoides

Las cremas recetadas que contienen retinoides tópicos se encuentran entre los tratamientos de acné más efectivos, aunque es posible que no veas resultados inmediatos durante varias semanas. La piel convierte el retinol en ácido retinoico que ayuda a “desenchufar” los folículos bloqueados. También estimulan el colágeno y se pueden usar en combinación con otros tratamientos locales.

Antibióticos

Para el acné severo, el médico también puede recetarte un tratamiento de corta duración con antibióticos orales, como tetraciclina, para eliminar el exceso de bacterias en la piel y reducir la inflamación. La investigación también ha sugerido tomar antibióticos junto con peróxido de benzoilo para reducir el riesgo de resistencia a los antibióticos.

Tratamientos hormonales

Si piensas que tu acné está directamente relacionado con cambios en las hormonas en lugar de infecciones, se podría recetar un medicamento como la espironolactona. Ayuda a bloquear las hormonas que desencadenan las glándulas sebáceas. Pero mientras que la espironolactona es uno de los tratamientos hormonales más confiables para el acné, podría ser recomendable considerar alternativas si estás pensando en formar una familia, ya que aún no está claro si la espironolactona es segura de usar durante el embarazo.